Revista Diario

Puericultura: Sacaleches Medela Mini Electric

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
Puericultura: Sacaleches Medela Mini Electric
¡Cómo es posible que a estas alturas todavía no haya hablado de mi experiencia con los sacaleches!. ¡Vaya fallo!.
Mi madre asegura que en su época no estaban de moda para nada, sin embargo yo todavía no me he topado con una madre reciente que no haya tenido uno, con mejor o peor resultado, pero todas lo han probado. 
Hay muchas razones para comprar un sacaleches, cada cual tendrá la suya. En mi caso, pensé que podría estimular artificialmente mis pechos y así conseguir una mayor producción de leche. 
Mi bebito no comía nada. No succionaba. Apenas pegaba dos pequeños sorbos y se dormía. No había forma de despertarle, ni con agua fresca, ni con toquecitos en los pies, ni con nada. Se frustraba muchísimo, lloraba, tenía cólicos. Pero comer no comía. Ni teta ni biberón, no quería ninguna de las dos cosas porque le costaba horrores sacar algo de ahí. Lógicamente, sin estimulación por su parte no podía haber leche. Yo tenía una pena enorme porque para el poco estímulo que él me hacía, tuve una subida de leche bastante importante y estaba convencida de que si él mejorara su succión la lactancia podría continuar porque yo tenía facilidad para tener leche (estoy segura de que otras mujeres con esa mínima succión ni siquiera hubieran llegado a producir una gota). 
Así que como recurso desesperado decidí que me compraba un sacaleches y que iba a estar usándolo día y noche hasta que produjera leche suficiente como para poder rellenar con ella los biberones que le daba. Lamentablemente, no lo conseguí.
Creo que era mucho esperar de un sacaleches que supliera la estimulación de un bebé. A menos que lo tuviera todo el día puesto, algo que era inviable porque las tomas se juntaban unas con otras, yo ni siquiera tenía tiempo para comer o ducharme, mucho menos para ponerme con el sacaleches.
Para mi, sus principales defectos son:
- Baja potencia. No es sólo que su estímulo fuera insuficiente para aumentar la producción de leche, que esto lo puedo entender. Es que para vaciarme el pecho tardaba una eternidad, más de 30-40 minutos con cada uno. Era inviable pasarme una hora con el aparato porque mi hijo no daba una hora de tregua.
- Muy ruidoso. Si hubiera sido silencioso, quizá hubiera podido usarlo en un pecho mientras colocaba al niño en el otro, pero es que aquello hacía el ruido de una apisonadora. Para usarlo de noche me tenía que encerrar en una habitación y, aún así, estoy segura de que se oía en todo el bloque (por no hablar de que, por supuesto, a mi marido le despertaba el ruido). 
- ¿Doloroso?. Me resulta difícil distinguir si el dolor me lo producía el sacaleches o el acto de ordeñarme en sí mismo. Considerando que tenía los pezones en carne viva y que literlamente se me caían a cachos, el más mínimo roce era molesto. En cualquier caso, si empezaba a bombear a una velocidad baja y luego iba subiendo, era suportable. Menos doloroso que la succión del niño, eso sí. 
Tengo que reconocer que con su uso me sentí muy frustrada. A pesar de tanto esfuerzo, de tener los pezones que se me caían a cachos y no los podía ni tocar de cómo me dolían, el día que juntaba 70 ml de leche me podía dar por satisfecha. ¡Me parecía tan triste!.
También fue el sacaleches el que me avisó de que ya no tenía leche. La cantidad que sacaba se fue reduciendo a apenas 20-30 ml diarios hasta que llegó un día que de un pecho ya no salía nada. Al día siguiente, tampoco y del otro apenas cuatro gotas. Ahí fue cuando decidí que se terminó, que no podía más, y tiré la tolla tras dos meses de lactancia ¿mixta?.
Sin lugar a dudas, este es el recuerdo más amargo de esos primeros meses con mi hijo. Por lo menos, los más frustrantes.
En cuanto a las cosas buenas del sacaleches, puedo destacar:
- Que se lava muy bien, se puede esterilizar y yo creo que incluso se podría meter en el lavavajillas.
- Que el precio no está mal: 88 euros en Prenatal en otoño de 2009.
- Muchos accesorios disponibles y fáciles de encontrar por Internet.
No sé si lo recomiendo o no, creo que depende del uso que se le fuera a dar. Si es para una persona que está dando el pecho sin ningún problema, le aconsejaría un sacaleches más potente porque con este no tiene ni para empezar. Si es para alguien que quiere probar y no sabe si le va a ir bien, o es únicamente para momentos puntuales, puede escoger este modelo porque es "barato" y tiene la garantía de Medela, que es una marca reconocida en estos productos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog