Las puertas correderas son elementos perfectos para comunicar estancias sin ocupar tanto espacio como las puertas tradicionales batientes.
En este apartamento sueco podéis ver un par de ejemplos con un diseño clásico muy elegante, en madera lacada en blanco con cerraduras color bronce envejecido.
Este tipo de puertas de doble hoja (puede haber también sencillas o con una sola hoja que se mueve siguiendo una guía) necesitan de más espacio en el muro para su instalación, pero a cambio no solo resultan funcionales y confortables, sino que estéticamente quedan muchísimo mejor, ya que toda la estructura que permite su movimiento está escondida.
Lo bueno de las puertas correderas es que permiten conectar habitaciones o separarlas muy fácilmente. En viviendas pequeñas nos ahorran mucho espacio, necesario para colocar muebles y en las grandes embellecen la decoración. ¿A que os gustan las de este piso? Que paséis buenos días de Semana Santa :).
Vía: Bjurfors