Los alimentos definen quiénes somos y de dónde venimos. Históricamente, el desarrollo de las ciudades se ha conectado inseparablemente a su producción, suministro y distribución. Pero con la migración de las comunidades rurales a las ciudades urbanas, la población humana se ha vuelto cada vez más alejada de los sitios de la producción agrícola y menos conscientes de cómo se hace la comida.
La relación directa entre el productor y el consumidor está separada por una línea cada vez más numerosa de las entidades intermediarias incluyendo distribuidores, procesadores y minoristas. El movimiento local de alimentos que demuestra la demanda individual y comercial del consumidor busca cambiar esta relación, pero la escala de la mayoría de las granjas locales y sus redes de distribución hace que sea difícil para los proveedores satisfacer la creciente demanda.
Los cubos de alimentos tienen el potencial de aliviar este cuello de botella de la ineficiencia mediante la consolidación de suministros en instalaciones compartidas para los agricultores locales y localizarlas estratégicamente dentro de las ciudades.
Históricamente conocida como la “Puerta del Sur” con una conexión fértil del río Ohio, Louisville ha sido identificada como una ciudad que se transformará en uno de los mayores centros de alimentos en los EE.UU.
El sitio de 24 acres designado en el oeste de Louisville, una vez el hogar próspero de un almacén nacional de tabaco, se encuentra dentro de una zona clasificada como desierto donde los alimentos nutritivos y asequibles es escasa. La historia de la desinversión en West Louisville después de la gran inundación en 1937 ha determinado el carácter de la zona, en contraste con East Louisville y el centro de la ciudad de rápido crecimiento. Como una de las recientes iniciativas para abordar la disparidad entre Occidente y Oriente, el cubo de alimentos tiene el potencial de desempeñar un papel importante en la revitalización de la comunidad local de Louisville.
El Puerto Alimentos de West Louisville opera la distribución de la comida típica con la adición de varios programas fundamentales que sirven y proporcionan todas las etapas de la cadena alimentaria, desde el cultivo, el procesamiento, espacios de cocina comunitaria compartidos, comercio minorista, y el reciclaje.
El Puerto de Alimentos se asienta en una posición histórica de la ciudad dentro de la red de vías navegables y ostenta el legado de la ciudad como un importante puerto de embarque al proporcionar una conexión de infraestructura muy necesaria entre los agricultores y los proveedores, atendiendo la creciente demanda de alimentos local. Se hace referencia a las rejillas de calles de la ciudad, que se hacen girar en diferentes ángulos de barrio en barrio para mantener la orientación al río Ohio.
El programa adjunto es organizado de acuerdo a las necesidades y las instalaciones de los inquilinos compartidos identificados. La esquina noreste del sitio está anclada con el comercio menor, una planta tostadora de café y otras instalaciones de producción. Las instalaciones de aditamento y de procesamiento se encuentran en el centro del sitio, con una conexión para sembrar de capitales las oficinas y la cocina.
La Oficina de Extensión del Condado Jefferson se levanta para crear una fuerte conexión a continuación de su granja de demostración, y se conecta directamente a la Granja Urbana. La instalación de reciclaje se coloca en la esquina suroeste del sitio para facilitar el acceso. Los espacios exteriores correspondientes son alineados con las vías circundantes e incluyen una plaza de mercado, plaza de camiones de comida plaza y un jardín de comestibles. El plan de construcción eficiente también permite el crecimiento sistemático para permitir que el edificio y sus inquilinos se desarrollen con el tiempo.
El Puerto de Alimentos ofrece un estudio exhaustivo de la industria alimentaria y sus procesos mientras que reubica muchos programas de alimentos de nuevo en el corazón de la ciudad que por lo general estaban separados del comprador. Se define un nuevo modelo de relación entre el consumidor y el productor y se aborda la demanda del mercado no capturado y las ineficiencias en la industria alimentaria local.
Programas Logísticamente pesados tales como la instalación de reciclaje y plantas de procesamiento están orientados hacia el ferrocarril elevado en el oeste, mientras que los programas públicos, como instalaciones comerciales y educativas se enfrentan a la calle 30. Las intersecciones de barras programáticas se aprovechan de la combinación única de los inquilinos para introducir instalaciones compartidas donde se desempeñen los productores privados y consumidores públicos.
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Fotografías: ©OMA
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