Revista Diario
Ahora hay opciones para todo y para todos. Y para las vacaciones, si quieres tranquilidad, hoteles sin niños, restaurantes sin niños…también hay opciones. Eso, y cuando todos seamos viejitos, nos lamentaremos de no haber tenido y cuidado más a los niños…Vamos a ponernos en la situación de que todo depende del cristal con que se mire. Visto así, hay viajes para singles, viajes para familias, viajes para jubilados, viajes para beber y tostarse a lo güiri, viajes en plan aventura, viajes para voluntariado…Una opción más pueden ser los viajes sin niños. Dice poco en nuestro favor, nuestra tolerancia y nuestra empatía, pero bueno, es una opción para quien la busque. De momento minoritaría y espero que siga así. Nota: Por cierto que en relación con los niños, los niños niños son, y a veces el problema no son ellos realmente sino los padres. Ahora que paso tardes y tardes en la piscina con los Chiquininis podría poner un montón de ejemplos de padres pasotas.El caso es que a mí lo que verdaderamente me molesta es el sin-niños-encubierto.Esa sensación rara que te queda cuando llamas para hacer una reserva en un hotel y te dicen que “ah, pues no…no nos quedan habitaciones”. Y por la forma en la que ha transcurrido la conversación algo te dice que no es del todo cierto, intuyes que si no hubieras añadido que necesitas cuna para bebé y supletoria para terremoto, a lo mejor sí habría habido sitio. Y eso se repite un par de veces, que parece que hay algo, pero cuando entras en detalles te dicen que no les queda nada libre, y sigues con esa sensación….Siempre me quedará la duda.Y me fastidia.