Ahí esta. Otro más, y van… Este presunto delincuente, fue durante veintitrés años el diputado azote de sus contrincantes políticos. El ascendiente más puro de Rafael Hernando. Martínez Pujalte con chulería y desprecio siempre fue un provocador que utilizó el insulto y la canallada en sus intervenciones y actuaciones. Hoy está también en la cuerda floja de la corrupción.
De hecho, desde el PP le apartaron de las listas desde diciembre pasado, y todo por el peligro de contar con otro diputado imputado en el hemiciclo. Hace unos meses, le pillaron haciendo negocios con su propia empresa desde el Congreso, como diputado, y está imputado por cohecho y falsedad documental. Ayer el digital El Diario, le descubre unos ingresos de 3,5 millones de euros en 2015 en su cuenta corriente, sin origen conocido, cuando todavía era diputado. Y es que, este bigote a un hombre pegado, no sólo era chulo, no sólo insultaba, además se forraba con su empresa y con algo más que ahora se ha descubierto.
Para colmo, y como descripción del individuo, tuvo el dudoso honor de ser el primer diputado expulsado del Congreso, después de las tres llamadas de atención de rigor.
Desde que le obligaron a no presentarse como parlamentario se afeitó el bigote, probablemente para intentar cambiar de imagen, aunque, con o sin ese afamado mostacho, se le sigue la pista y ha entrado en la ciénaga pepera junto a otros batracios.
El enriquecimiento de este exdiputado populista empieza en 2012, curiosamente con los años de crisis aguda y con la llegada al poder de Mariano Rajoy y sus muchachos. Mientras que como diputado cobraba 76.000 euros, gracias a su empresa Sirga XXI –con trabajos relacionados con su condición de diputado— consiguió 289.000 euros en 2012, 540.000 en 2013, 701.000€ en 2014 y 364.000 en 2015. Y además, en este último año, sin saber ni cómo ni por qué, Hacienda descubre ingresos por valor de 3,5 millones de euros. Sabemos de su macarrismo pero desconocíamos que fuera un mago, capaz de hacer aparecer dinero en su cuenta, sin ningún origen conocido.
En fin, otro caso más que demuestra aquello de que no es una cuestión de algún amigo de lo ajeno que pasaba por allí, sino de gente del PP que ocupando puestos públicos de relevancia se han preocupado de ‘ayudar’ a su partido o de beneficiarse ellos mismos. Cosa comprobada en algún caso y por comprobar en otros.
No todos los casos, como pretende hacernos creer el PP son viejos de hace años. En este caso, hablamos de los últimos años y sobre todo del año pasado, donde el enriquecimiento del Sr. Martínez Pujalte debe pertenecer a la quinta dimensión.
Que no nos vengan con cuentos, la corrupción sigue y no para. Eso sí, con el aval de ocho millones de españoles. Como diría Trillo, otro que ofrece dudas: ¡Manda huevos!
Salud y República