Revista Viajes

Puliendo diamantes

Por Jonatangomez @jonatangomez
Hoy pensaba escribir sobre otro tema que he decidido dejar para más adelante, ya que prefiero escribir sobre la educación y formación en turismo. Esta semana me encuentro en Marbella, dando clase, o como yo prefiero decir, compartiendo con los alumnos lo poco o mucho que yo pueda aportarlesGran culpa de ésto la tiene mi compañero Stephan Demaeght, una eminencia en la formación en contabilidad y finanzas en hoteles.Anoche volvía de dar un paseo y antes de cenar me lo he encontrado leyendo, en la recepción de entrada del edificio, y nos hemos puesto a charlar de la situación actual de la formación en turismo, de las posibilidades y oportunidades de futuro para el profesional del turismo y de cómo deberían prepararse los nuevos profesionales para el futuro "actual e inmediato".En esta escuela/universidad, según dicen los estudios: nº1 en España para cursar carrera hotelera y la 3ª en el mundo, como podéis imaginar se cuenta con un alumnado eminentemente internacional, y creo que tres cuartas partes del alumnado es extranjero: India, EEUU, China, Oriente Medio, Brasil, y un largo etcétera de nacionalidades y culturas. 
Puliendo diamantesEstoy convencido que todos ellos poseen la aptitud y predisposición necesaria para convertirse en uno de esos elegantes diamantes con corte de estrella. Sin embargo los diamantes en bruto son totalmente dependientes de la habilidad de las manos de quien los talla, tanto a lo largo de su vida, en su ambiente familiar, como en su desarrollo académico. Por lo tanto los profesorestienen que observar los aspectos particulares de cada uno, y trabajarlos de manera independiente para obtener la piedra pulida que cada uno llevamos dentro. Entiendo que los diamantes tienen la misma posibilidad de pulirse con perfección exquisita independientemente de su nacionalidad y cultura, pero, ¿en realidad es así?.Creo muy sinceramente que nuestro sector nos ofrece muchas oportunidades para aprovechar, creo que en la actualidad, conseguir ser un profesional turístico valorado y de características muy demandadas demanda una gran polivalencia y flexibilidad. 
Estos perfiles lo demuestran a través de la flexibilidad: Por encima de todo, la flexibilidad es esencial para tener éxito en la industria turística internacional. La flexibilidad es buscar la oportunidad. Es la flexibilidad la que demuestra la determinación que se ve a los alumnos cuando realizan unas prácticas. La flexibilidad es la que te hace decir "claro, ¿por qué no?". La flexibilidad es la que te da la motivación para ir a trabajar o estudiar al extranjero, dar un giro a tu carrera profesional o ver el lado bueno de los momentos mas incómodos. Ser flexible no significa renunciar a tus ideales, tu pasión o tus creencias. Tampoco significa tomar el camino fácil o simplemente dejarse llevar. Ser flexible es saber qué hay que cambiar y dónde o cuándo hay que cambiarlo, y ahora mismo, en el sector turístico, es tiempo de realizarse estas preguntas. ¿Son nuestros estudiantes españoles conscientes de todo ésto?.

Cuando pienso en todo lo anterior, es inevitable que realice este ejercicio de comparación entre los estudiantes internacionales y los de perfil nacional: ¿Acaso nuestros diamantes son de peor calidad?, ¿Por qué no somos igual de flexibles y de abiertos al cambio que los perfiles internacionales?: Me cuesta dar una respuesta; ¿Creéis que tenemos la misma predisposición a entender que el  ámbito de desarrollo turístico es global y hay que aprender a entenderlo?: Tengo mis dudas. ¿Creéis que el estudiante español turístico piensa en todo ésto?,  ¿No hemos dado valor a inculcárselo?, ¿Acaso el profesorado universitario español turístico es peor que el de prestigiosas escuelas de turismo, es ese el problema?: Creo que la respuesta es no, entonces, ¿Qué ocurre?, ¿Por qué veo esa diferencia entre los alumnos y extranjeros y los nacionales (y no hablo solamente de Les Roches)?. ¿Por qué la motivación, el respeto por lo que están haciendo, las ganas de desarrollarse profesionalmente en el turismo, etc... por qué son significativamente diferentes entre los estudiantes de otros países y los estudiantes españoles a nivel general?. (Insisto, no hablo de esta escuela). Evidentemente, gran mérito será de la organización académica y programas formativos nacionales, pero centrándonos en el perfil del estudiante: ¿Qué ocurre?, ¿Qué está ocurriendo?.Puliendo diamantesActualmente nuestro sistema educativo desprotege por completo a los profesores, esas personas que se encargan de formar a los futuros profesionales, si, formar, porque educar, tendría que provenir de un seno familiar que hemos permitido que derive en irreal, ficticio, etéreo y volatil. ¿Educamos en valores y cultura heredada que nos dieron nuestros padres hacia los profesores?; lanzo estas preguntas a modo de reflexión ya que me valdría para un post de treinta y cinco tomos sobre sociología contemporánea, pero en cualquier caso, el perfil personal del alumno que llega a una carrera como turismo hace 10 años y ahora mismo, se diferencian en poco, por no decir en nada: joven con inquietudes referentes a las culturas, civilizaciones, lugares del mundo, y por supuesto gestión turística, publicidad, promoción, aunque no lo tengan meridianamente claro, ni sepan definirlo.

Recuerdo mi etapa académica, nos involucrábamos en aprender la profesión, en aprender idiomas a granel, queríamos conocer el sector turístico, teníamos inquietudes por contribuir; en la actualidad, estos argumentos me generan dudas al extrapolarlos al estudiante nacional tipo a que en términos generales carece de esas características comparándolos con el estudiante del año 2000; no me gusta generalizar, y tampoco lo estoy haciendo aquí, pero en cualquier caso, ¿Por qué ha desaparecido parte de la inquietud al estudiante turístico?, en parte, todo sea dicho, poca ilusión puede quedarle a un estudiante turístico español, con ganas de desarrollarse profesionalmente en el turismo si no le dejamos aprovechar oportunidades, ni generarse las suyas propias, si le envolvemos en un día a día de profesionales que no ejercen su tarea formativa con la motivación suficiente, en un día a día en el que ven que las grandes corporaciones turísticas se van a pique aprovechando que es gran momento para desmantelarse y guardar la ropa, a coste cero y bolsillos llenos. Estamos de acuerdo en que habrá jóvenes estudiantes desmotivados por razones "x", pero hemos de estar de acuerdo que el decorado que estamos generando para su futuro es de lo mas misterioso y poco o nada ejemplarizante. La culpa es nuestra.

Por todo ello, creo que debemos seguir contribuyendo a pulir diamantes por muy brutos que vengan de fábrica, e incluso dando un plus añadido por la responsabilidad que adquirimos al participar de la formación turística del alumno-profesional, sin miedo a despertar sus opiniones críticas contra todo aquello que lo merezca dentro del sector, y contra todos aquellos que estén gestionando el sector en contra de los intereses generales. 

Plus añadido y espíritu crítico constructivo ha de ser impulsado en las empresas y corporaciones turísticas, ya que los tiempos en los que los becarios solo valían para hacer fotocopias pasaron a la historia, y quien aun hace eso con jóvenes hiper-preparados y llenos de ilusión en el año 2013, lo único que tiene es un miedo atroz a quedar en la obsolescencia profesional, y una falta de capacidad empática como luego demuestran cuando se achaca la monotonía de los trabajos de los becarios a que no "conocen el negocio como deberían, ni están preparados" y demás argumentos vacíos y sin criterio.
Particularmente tengo debilidad por los perfiles que están volcados en conseguir sus metas involucrando a todo lo que le rodea para buscar el bien común si además fuera posible; y aún creo que el futuro profesional del turismo español es así pero lo estamos minusvalorando y frenando. Como conclusión: el semestre pasado, tuve la suerte de tener un grupo excelente aquí, lleno de perfiles inquietos, hambrientos de colaborar y crecer, y vaya desde aquí mi homenaje para todos los estudiantes que no se rinden, que no pierden la ilusión de seguir en el turismo, que valoran, respetan y quieren sacar lo mejor de si mismos, a través de las conclusiones de uno de mis alumnos:

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