Científicos estadounidenses intentan patentaron una nueva técnica para aprovechar pulmones donados que en un principio no son aptos para el trasplante directo. Los pulmones del futuro estarán hechos de colágeno o caucho de silicona, y serán diseñados a partir de órganos donados despojados de sus células originales. Estos órganos, reparados en un laboratorio, darán esperanza a los pacientes afectados de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una dolencia incurable que causa graves problemas respiratorios y que padecen 65 millones de personas en todo el mundo. De ellos, sólo unos pocos miles reciben un trasplante que les salva la vida, ya que la mayoría de los pulmones que se donan cada año están dañados y no son aptos para trasplantar directamente. Expertos ya han conseguido que un par de pulmones bioartificiales a los que aplicó esta técnica funcionen en ratas vivas, y ahora se piensa extrapolar esta idea a los humanos. Si tiene éxito, estos pulmones reparados en laboratorio ofrecerían una ventaja adicional: serían mejor aceptados por el sistema inmunológico del paciente que los reciba, en comparación con aquellos trasplantados directamente de un donante, y no habría necesidad de recetarle fármacos inmunodepresores de por vida.