Revista Cine
Director: Quentin Tarantino
Ayer el Cine Normandie dio "Pulp Fiction" (hace unas cuantas semanas dieron "Reservoir Dogs", y también fui, pero como ya la había visto no la comenté otra vez) y por supuesto que fui a verla, porque una película así hay que verla en un cine, como corresponde. Supongo que más que de la película es preferible hablar de la experiencia de ver esta película en una pantalla grande, y las palabras sobran en realidad: la experiencia es casi mágica. Es verse inmerso en esas imágenes, en esos acontecimientos, esos personajes, esos diálogos, este delicioso pastiche de referencias y géneros. La cita completa entre John Travolta y Uma Thurman; el breve paseo de Bruce Willis en el taxi de Esmarelda o Bruce Willis y sus arrumacos con Maria de Medeiros; la revelación final de Samuel L. Jackson; la clase de Harvey Keitel; esa sensual banda sonora... En fin, "Pulp Fiction" es una película que me gusta mucho y verla en un cine fue una maravilla.
Del resto (del atrevimiento narrativo, por ejemplo) ya se ha hablado lo suficiente, pero que conste: me encanta este Tarantino más visceral que cerebral, menos calculador que desaforado, acaso por esa libertad juvenil que imprime en cada fotograma (tenía treinta años cuando la rodó), acaso porque aún no era un nombre consolidado que, como tal, sabe a qué y de dónde recurrir para desarrollar sus ideas (ya no necesita ganarse a un público, a estas alturas asegurado), y por ende "Pulp Fiction" es un soplo de arrojo y valentía y originalidad y aire fresco, la obra suicida de un outsider y no la autoconciencia de un rockstar.
"Pulp Fiction", una película reveladora, una de esas películas que te dicen: "todo es posible en el cine". Y yo creo en eso, y siempre es bueno volver a creer...