Pulsaciones
de Javier Ruescas y Francesc
Miralles. Editorial SM, 2013. 197 pp., 9.95 euros.
Por Carmen
Fernández Etreros.
Sensible, original y emocionante son las primeras
palabras con las que puedo definir Pulsaciones
escrita a dos manos por Javier Ruescas y
Francesc Miralles, la novela juvenil
del otoño. Una novela experimental escrita solo a partir de los mensajes de
texto de sus jóvenes protagonistas en Heartbits, un servicio parecido al
Whatsapp o al Line actuales. 197 páginas
de pulsaciones, palabras, pulsaciones. En cada mensaje sentimientos, vidas,
frustraciones, alegrías, tragedias, amistad, amor, superación…
A través de sus mensajes nos enteramos de que Elia hace unos días sufrió un accidente que le
supuso estar en coma durante unos días y ahora solo recuerda haber ido al
concierto de su cantante favorita pero nada de lo que sucedió antes del
accidente. Solo recuerda una frase que alguien le susurró: “No puedo devolverte
la canción, pero puedo mostrarte cómo danzan los peces”. Y en su
interior algo le dice que lo que ha olvidado es muy importante… tanto que
cuando intenta recordar parece que le falta el aire.
Sus padres le han regalado un nuevo teléfono móvil y
gracias a HeartBits puede chatear con sus amigos desde el hospital, entre
ellos, Sue, su mejor amiga. La vida sigue tras el accidente y conoce a Marion, que tiene media cara quemada
por culpa de un accidente que ocurrió en su casa y se harán amigas en la
terapia del hospital, Tommy, un chico de
intercambio que se quedará en casa de Sue durante todo el verano… pero todo cambiará cuando comience a recibir
mensajes de alguien que se hace llamar Phoenix y que le cuenta en sus mensajes
que la conoce…
Una hora y veinte minutos he tardado en leer la novela. Y
esa es la mejor crítica porque me ha enganchado de tal manera que no podía
dejar de leerla. Cada una de sus páginas me ha resultado orginal y adictiva.
Los intercambios de mensajes entre Phoenix y Elia nos
trasladan a un mundo de preguntas e incógnitas: ¿Podemos ser amigo de alguien
que solo conocemos a través de las palabras que nos manda en sus mensajes de
texto? ¿Y le podemos amar aunque nunca le veamos? ¿Podemos amar a alguien al
que no podemos acariciar?
PHOENIX_21:51
Scott Fitzgerald decía
que puedes llegar a acariciar a la gente
con palabras…
ELIA_21:53
Ya, y Esopo decía
que cuando se necesitan abrazos,
el socorro en las palabras no sirve
de nada.
Esta vez te he ganado en tu propio
juego.
Su mayor acierto: haber logrado trasladar a una novela
ese lenguaje nuevo de los mensajes de texto que es el que ahora utilizan todos
los jóvenes, y los no tan jóvenes para comunicarse en la vida diaria. Mensajes
a través de los cuales se pueden comunicar a cualquier hora del día o de la
noche. En la novela no vamos a encontrar descripciones largas, ni narraciones,
nada más que los mensajes de texto entre los jóvenes amigos, sus pulsaciones.
Pulsaciones es una gran apuesta para este otoño que engancha con su
estilo original y trama vital y entretenida.
Un acierto. Un cúmulo de pulsaciones.