Elia acaba de salir del coma.
¿Lo bueno? Está bien y tiene móvil nuevo, así que por fin puede hablar con todo el mundo por HeartBits.
¿Lo malo? No recuerda los tres días anteriores al accidente.
¿Qué habrá pasado durante ese tiempo? ¿Quién será ese tal Phoenix que no deja de mandarle mensajes? ¿Y por qué cada vez que Elia piensa en lo que ha podido olvidar… siente que le falta el aire?
«Quería que quedará escrito en la inmensidad de Internet».*
¿Os gustan las novales epistolares? ¿Os gustó el formato de envío de correos electrónicos de Contra el viento del norte y Cada siete olas? Aventuraros a probar cómo es una historia escrita por mensajes instantáneos. Dejando aparte la bilogía de Daniel Glattauer (que poco o nada se parece a Pulsaciones), lo que sí tenemos delante es una novela diferente, una historia sencilla, pero es la mezcla entre el formato y la historia lo que hacen que los personajes tengan un papel muy importante. Sólo a partir de los mensajes deberíamos diferenciarlos, conocerlos, creérnoslos y, en ello, Francesc y Javier han salido bastante airosos.
El taxi en el que Elia iba tuvo un accidente y llevaba varios días en coma cuando despertó. Afortunadamente se encuentra en perfecto estado salvo por un detalle: no recuerda nada de lo que le sucedió los tres días antes del accidente. Poneros en su lugar: muy confusos, sintiéndoos como si hubierais perdido algo importante; en esos tres días puede haber pasado cualquier cosa, y ella, Elia, no los recuerda. A partir de los mensajes que se intercambia con su amiga Sue, con sus padres y con Marion, una de las chicas del grupo de terapia, conseguirá salir adelante. También contará con la ayuda de Phoenix, un misterioso nuevo contacto de Elia que parece conocerla aunque ella a él no. Como veis, la historia es muy sencilla y puede llegar a ser bastante predecible. Sin embargo, no es algo que me haya molestado en exceso ya que lo que realmente importa es conocer las reacciones de Elia & company frente a los descubrimientos que irán haciendo. En ese aspecto, y como ya he dicho, Javier y Francesc han conseguido dotar a los personajes de una personalidad bastante definida a partir de expresiones, guiños y demás; que además esté el libro cargado de referencias cinéfilas, musicales o citas de libros le da al conjunto más credibilidad.
Otro de los factores importantes es el estilo narrativo y cómo se han complementado los dos autores. En general no he notado una gran diferencia en la novela pero sí la influencia de Francesc Miralles en la manera de narrar sobre algunos temas, sobre todo en el personaje de Phoenix. Aunque sólo he leído dos libros suyos (con Pulsaciones, tres) tiene ese algo suyo muy peculiar que he percibido en esta novela. Pero sí hay algo que no me ha gustado es que todo suceda tan rápido. Entiendo que sea así, sino la historia hubiera sido un total fracaso. Pero, ¿tan rápido se soluciona todo? ¿Tan rápido los sentimientos florecen (y más siendo por mensajes)? Es una de esas cosas que siempre me echan para atrás en cualquier libro. También me ha costado creer que después de pasar tres días en coma la dejan marcharse a casa tan rápido. Desconozco si esto es así, la verdad, y puedo estar equivocándome al mencionarlo, pero es lo que me chirriaba mientras la leía.
Pero si la novela me ha dejado con tan buen sabor de boca ha sido por el final. ¿Predecible? Pues, sí, pero a mí me ha parecido realmente bonito y perfecto (incluso me emocioné un poquito). Es cierto que deja con la duda de saber qué pasará después de ese último mensaje (no es que sea un final abierto, es muy peculiar), pero con el tiempo, me di cuenta de que en realidad saberlo ya no sería realmente la historia de Pulsaciones, sería comenzar otra diferente.
Mención especial a la edición: me ha encantado y me han parecido muy adecuados todos los detalles que contiene, ayudan a que la historia sea más creíble y cercana.
«(…) en esta vida sólo hay un plan posible: dejarse llevar».*
*Las citas las he traducido de la edición en catalán.