Pulverizando...

Por Retroyconencanto @retroyconencant

En casa de una de nosotras, tenemos repartido el cuidado de las plantas; las de interior para ella, las de la exterior para él. Él, cuando llega de trabajar a última hora del día, casi sin preámbulos, va directo a la terraza donde, regadera en mano, vierte el agua en las macetas en la misma medida en que se va desestresando de la jornada laboral... Y, para rematar la faena, pulveriza las hojas una y otra vez, en un gesto repetitivo, casi compulsivo, que termina de relajarlo por completo y lo deja como nuevo ¡Para que luego alguien ponga en duda el poder terapéutico de nuestras amigas verdes! El spray con el que rocía los vegetales es de plástico normal y corriente, nada que ver con el que la fémina de esta pareja, tan jardinera, se ha agenciado para dentro de casa; de cristal verde y dorado, podríamos decir que se sitúa en la cabeza de los "top ten" de los vaporizadores... Y que ha tenido a bien tener escondido hasta que, ¡o fatalidad! fue descubierto por el caballero, que se lanzó a vaporizar toda planta que iba encontrando dentro de casa, sin reparar en que, detrás de ellas, había paredes, cuadros, cortinas, ventanas... Hemos tenido que volver a dejar claros los límites: fuera, él, dentro, ella. Esperemos que los términos sean cumplidos, si no, tendremos que guardar nuestro coqueto "frú-frú" y sacarlo solo para las fotos...
Pulverizando...