Vuelve el remirado detective Benoit Blanc tras la primera e inspirada entrega de estas cuchilladas traperas con inclinaciones a lo Agatha Christie. Daniel Craig encarna de nuevo a Monsieur Blanc, un trasunto poco disimulado de Hércules Poirot, rodeado de otros nombres ilustres como Edward Norton o Kate Hudson en una comedia coral sumamente divertida, aunque un ápice inferior a la película iniciadora de lo que parece ser una nueva franquicia. Una sátira no demasiado sangrante sobre nuevos ricos y celebridades de fama vacua en un entorno de lujo desmedido, en el que las traiciones y la doble moral forman un alocado popurrí gracias a un guion bien ingeniado. Ligera, entretenida propuesta por encima de la media preponderante en cines y plataformas streaming.