Ya nos vale. ¡Mira que tener la costumbre de comer todos los días! Si es que no tenemos perdón. La culpa es nuestra, ehn, eso te lo digo desde ya. Claro, si no nos empeñáramos en vivir y trabajar valiéndonos del talento, pues la cosa sería diferente, pero es lo que tiene. ¿Qué pasa? Pues nada, que luego llega el cliente con sus aires de mirayotodoloquesé que vengo acompañado de la jefa del departamento de marketing y de la de ventas y voy a mearme en la campaña que me has planteado, así, sin pensármelo dos veces, como si me acabase de beber 30 pintas de cerveza. Y claro, la frustración nos puede.
Porque ¿cuántas veces has hablado con un compañero de ¡hostia, podríamos hacer tal o cual! y tu compañero ¡eso molaría que te cagas!? ¿Cuántas? A ver, di… No, mejor no lo digas porque sería mentira, ¡¡hace tiempo que perdiste la cuenta!! Pues bien, amigo mío, los Punny Pixels han hecho una de todas esas miles de ideas y no la han dejado que descanse en el cementerio del olvido.
Son un copy y un diseñador de Singapur que se conocieron trabajando en publicidad y se cayeron estupendamente. Como a los dos le gustaban los “pun” (juegos de palabras) decidieron hacer viñetas para poder dar rienda suelta a su creatividad “sin tener que poner el logo más grande o hacer una versión más aburrida”. Vamos, lo que podría ser la historia de tu vida, sólo que con otro proyecto.
¡Gracias chicos por no dejar que os chupen el talento con la jeringuilla de la pasta!
[ Oye, que yo me he quedado con ganas de más ]
[ Pero… ¿y puedo comprar esas tarjetas? ]
Vía: Bored Panda
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