Durante muchos años los imitadores usaron para sus espectáculos el profundo acento catalán de Eduard Punset, de 79 años ahora, divulgador científico en televisión, aunque es sobre todo jurista y economista; además, fue un ministro centrista con Adolfo Suárez.
Punset es abierto y dialogante pausado, viajero y cosmopolita, que ama su idioma natal, el catalán, el de sus funciones principales, el español, y además se expresa en inglés y francés.
Su hija Carolina, nacida en Washington hace 46 años cuando él trabajaba para el FMI, parece heredar sus características.
Es abogada penalista, especialista en cooperación internacional, ecologista, concejal de Altea (Alicante), portavoz de Ciudadanos (C’s) en la Comunidad valenciana y, naturalmente, políglota, incluyendo el catalán y el valenciano entre sus idiomas.
En la toma de posesión del socialista Ximo Puig como presidente valenciano, con apoyo del ultraizquierdista Podemos y del nacionalismo radical catalanista de Compromis, Carolina advirtió contra el que se anuncia como monocultivo del valenciano, lo que ha provocado la indignación de quienes sueñan con integrar su Comunidad dentro de la catalana.
Compromis votó a Puig a cambio de prometerle la inmersión escolar en valenciano, que desea llamar catalán, y su uso crecientemente exclusivo en la Administración.
Carolina Punset añadió que “abandonar lenguas universales para recuperar una minoritaria puede ser muy emotivo, pero es poco útil para encontrar empleo”.
Pero es que, atento, PSOE, la rama valenciana se convertirá en un nuevo PSC, socialismo catalán, que con un tripartito simular (2003-2010) se volvió socialnacionalista y se hundió.
Para Punset “El valenciano es un bien cultural que debe protegerse (...), pero si lo convertimos en idioma único estamos frenando el desarrollo personal y colectivo de la Comunidad Valenciana”, por lo que “allá donde triunfa la inmersión, volvemos a la aldea”.
------
SALAS