No pueden con un zancudo, ¿cómo van a poder con un país? V/A Jesús Enrique Briceño, Presidente de IVELE y co-autor en el área de seguridad nacional del libro Del Pacto de Punto Fijo al Pacto de La Habana
La información es poder, decimos los periodistas. Y por eso es que los regímenes totalitarios buscan mantener a sus gobernados en la ignorancia, para poder adoctrinar mentes sin criterios de comparación ni información para el análisis. La odiosísima frase “No volverán” que repiten como loros, la aplican a todo lo que huela a IV República, como ellos llaman al período democrático más largo que ha tenido Venezuela y en el cual se levantó un país durante 40 años, que estos revolucionarios han destruido en 15. Obvio, es más fácil y rápido caerle a mandarriazos a una pared que construirla ladrillo a ladrillo.
Otro de los adjetivos favoritos de los rojos repetidores es “puntofijista”. El “puntofijismo” según ellos, es una forma de hacer política diabólica, que excluye a los pobres y privilegia a la oligarquía. Éste es el cuento que les han echado para apartarlos de la forma civilizada de hacer política que es mediante el diálogo, el respeto a los derechos ciudadanos y los acuerdos para avanzar en proyectos de desarrollo de todo orden.
El asunto viene al caso porque esta semana, concretamente el 31 de octubre se cumplen 56 años de la firma del llamado Punto Fijo, que se llama así no porque fuera firmado en Punto Fijo, estado Falcón, sino porque la quinta de nombre Punto Fijo, donde vivía uno de los firmantes ( Rafael Caldera) sirvió de escenario para ese acuerdo. Ubiquémonos en el contexto histórico: año 1958, Marcos Pérez Jiménez había sido derrocado el 23 de enero, estaba en el poder una junta de Gobierno presidida por el V/A Wolfgang Larrazábal, que en pocos meses tuvo que contener dos intentos de golpe.
Los líderes de los partidos democráticos, continuaron las conversaciones que ya habían iniciado en el exilio, con el objetivo de lograr una transición exitosa hacia la democracia y alejar para siempre el fantasma de otro gobierno militar. Y entendieron que la única forma de tener fuerza suficiente, era uniéndose. Eso fue lo que hicieron Rómulo Betancourt (AD), Rafael Caldera (Copei) y Jóvito Villalba (URD). De esta manera surgió el Pacto de Punto Fijo, firmado antes de las elecciones por los tres candidatos. Y aunque también invitaron al Partido Comunista, éste prefirió no unirse porque tenía otros planes de acción.
El 31 de octubre de 1958 se firma este acuerdo que puede resumirse en tres puntos básicos: 1) Respeto al resultado: los candidatos se comprometieron a reconocer al ganador y a la voluntad popular, para obtener la confianza de los votantes en la institucionalidad. 2) Hacer juntos un gobierno de coalición, sin hegemonía de ningún partido en el gabinete. 3) Presentar al electorado un programa mínimo común para garantizar la permanencia de los objetivos de democracia y desarrollo.
El 7 de diciembre de 1958 Rómulo Betancourt gana la Presidencia en unas elecciones limpias, garantizadas por el Pacto de Punto Fijo, que no es más que un plan para fijar las reglas de juego y avanzar a las metas comunes. A finales de 1960, URD abandona la coalición y se establece un bipartidismo hasta 1993. Pero fue el Pacto de Punto Fijo el que garantizó la estabilidad política necesaria para que este país disfrutara de 40 años de una democracia. Imperfecta, sí, pero democracia sin duda alguna.
La memoria histórica hay que nutrirla, llenarla de información. Y más cuando hay un gobierno demoliendo o amañando los hechos y sus personajes, para adaptar la historia a su conveniencia. El finado solía vanagloriarse de sus logros en el alfabetismo o en la eliminación de la pobreza. El heredero fantasea sobre los éxitos de las misiones. Eso es válido porque “cada pulpero alaba su queso”. Lo que no es válido, ni cierto, ni mucho menos ético, es que digas que el queso tuyo es el único que sirve, que el del otro pulpero está podrido y además, que le rayes con groserías la puerta de su pulpería.
Como la matemática y los números son perfectos y no admiten las especulaciones de las palabras, les voy a brindar algunos que aparecen en ese fabuloso compendio de verdades que es el libro Del Pacto de Punto Fijo al Pacto de La Habana, para que se aprecie la enormidad de las mentiras que nos dicen y las magníficas verdades del denostado “puntofijismo”.
Cuando el finado llega al poder en 1999, la tasa anual de homicidios por cada 100.000 habitantes era de 55,38. En 2012 ascendía a 339,91 homicidios. Caracas es la tercera ciudad más peligrosa del mundo en el ranking 2013, entre 50 estudiadas.
En el año 2000 había en Venezuela 28.546 camas hospitalarias, en el 2010 (última contabilidad) quedaban 17.606. La producción de leche en 1998 era de 80,88 litros anuales por habitantes, en 2008 fue de 31,79. Entre 2008 y 2012 hubo una reducción de la actividad pesquera del 55%.
Para 2007 una cifra escalofriante revelaba que habían cerrado 6.772 industrias de las existentes en 1998. Pero las importaciones, que en 1999 eran de 14.492 millones de dólares aumentaron en 2013 a 51.479 millones de dólares, descubriendo la ausencia de producción nacional.
Y veamos el orgullo de la revolución, la construcción de viviendas. Entre 1959 y 1998 se construyó un promedio anual de 4,07 viviendas por cada mil habitantes. Entre 1999 y 2012 la cifra, a pesar de todas las misiones, de los chinos y de la habladera de tonterías, baja a 1,88 viviendas por cada mil habitantes. La democracia construyó 83 embalses, la revolución 2. El promedio de km. anuales de autopistas construidas en democracia es de 51 km. mientras que en revolución es de 29 km. En democracia se construyeron 63 aeropuertos en el país. La revolución solo ha remodelado algunos. La democracia levantó 5.032 km. de tendidos eléctricos en toda Venezuela mientras que la revolución lleva, en medio de la mayor crisis eléctrica, 810 km.
En 1998 había una matrícula de 657.448 inscritos en educación primaria. Pese al crecimiento poblacional, esa cifra desciende en 2012 a 590.235 inscritos. Con una inflación por encima del 63%, Venezuela ocupó en el 2013 el primer lugar del índice de países miserables. Esta cifra da la medida del deterioro de la calidad de vida: en 1997 el 23% de los venezolanos vivía en casas de barrio. Para 2007 la cifra había aumentado a 52%. Lo cierto es que basado en el salario y en la inflación, al cierre de 2014 la pobreza se sitúa en 33,0%: 11 millones de pobres, nada menos.
En los 40 años de democracia el ingreso fue de 427.393 millones de dólares, mientras que entre 1999 y 2011 fue de 1.295.000 millones de dólares, sin sumar los años 2012 y 2013, en los cuales el precio del barril estuvo sobre los 100 $. Cifra estratosférica que justificaría tener un país con excelentes hospitales, escuelas, autopistas, metros y trenes. Un país limpio y seguro, donde se perciba que sus enormes recursos han sido invertidos en calidad de vida para sus habitantes.
Estos números son tomados de memorias y cuentas oficiales, así que no tienen discusión posible. Juzgue usted si los venezolanos tienen o no derecho a estar arr… epentidos.
Aquí entre nos
• En el folio 17 de la investigación que cursa en tribunal de la causa en Brasil contra Jeanette del Carmen Anza por tráfico de un arma de fuego, figura la confesión del Ministro Elías Jaua, de ser el poseedor del revólver, marca S&W, modelo 342, calibre .38, serial CEV6185. Hace constar que la detenida “es trabajadora de mi confianza y cuida directamente y a diario a mis dos hijas. Tras mi solicitud, la ciudadana Yaneth se trasladó a la ciudad de Sao Paulo, para apoyar a mi familia, a causa del periodo de 10 días de atención médica que se le ha recetado a mi esposa en el Hospital Sirio Libanes que tiene sede en esta ciudad. Antes de su viaje, le solicité que trajera consigo un maletín de trabajo, de uso personal, que contiene documentos, también le solicité que sacara del mismo el arma mencionada. Sin embargo, por descuido de la trabajadora, sin intencionalidad alguna, el arma no fue retirada del maletín. Presento mis excusas por todos los inconvenientes causados…”.
• En Brasil el caso es de porte ilícito de arma de fuego. Pero acá en Venezuela estamos ante otro delito: peculado de uso. ¿Qué hacían la niñera y la suegra de Jaua montadas en un avión de PDVSA, legalmente destinado sólo a viajes de funcionarios en misiones oficiales? ¿Y por qué Jaua no les compró sus pasajes en dólares, como están mandando a hacer al resto de los venezolanos? Lamentamos la situación de salud de su esposa, pero por qué los venezolanos no tienen el mismo derecho a un servicio médico de calidad, a equipos y medicamentos, como seguramente lo tiene la señora Jaua en el hospital Sirio Libanes de Sao Paulo? Le recomendamos a la diputada Aurora Morales, presidenta del Consejo Legislativo de Miranda, empeñada en investigar los viajes de Capriles -que se mueve con recursos propios, por cierto-, que cumpla con la ley e investigue por presunto peculado de uso al “protector” de Miranda.
• El nombramiento del abogado Rubén Pérez Silva como coordinador de la MUD-Carabobo tiene válidas motivaciones: 1) Se mueve como pez en el agua en el escenario carabobeño, estudiado desde la ONG que preside, “Tren Venezuela” 2) Es amigo de la dirigencia regional de los partidos 3) Su amistad personal con Henry Ramos Allup le permitirá allanar el escollo fundamental de la unidad en el estado, así como sus excelentes relaciones con Enzo Scarano. 4) Tiene un discurso independiente, fuerte y conciliador al mismo tiempo. El “negro” Pérez Silva no la tiene fácil pero los partidos parecen haber entendido la directriz de Chúo Torrealba: construir una unidad sólida e inclusiva de abajo hacia arriba.
Fuente: Noticiero Digital - Tomado de Notitarde