La comunicación por radio es imposible y el grupo aéreo se dirige a su destino inexorablemente. El presidente de los Estados Unidos se pone en contacto con el Premier soviético para intentar abatir a los bombarderos. Lumet ofrece un retrato bastante realista de la guerra fría, pero también quiere hacer ver que el ser humano después de todo es capaz de razonar y colaborar a pesar de sus ideas para evitar la destrucción total. Lumet presenta unos personajes magníficos, caracterizados como halcones y palomas ("halcones" -Walter Matthau- y "palomas" -Fonda, O'Herlihy-, guerra y paz, venganza y razón), pero resuelve el dilema fácilmente: ambas visiones del conflicto deben cohabitar. El final es impresionante, al no poder ni los americanos y rusos evitar que Moscú sea bombardeada pactan un intercambio “Nueva York por Moscú” para calmar a alto mando militar ruso y evitar la tercera guerra mundial. La primera Dama se encuentra de visita en la ciudad y no se hace nada para evitar que corra la misma suerte que el resto de ciudadanos. Algo no muy creíble para mí, ya que sacrifiquen a la primera Dama cuando la pueden sacar de la ciudad sin que nadie se entere,,,no tiene mucho sentido. Al final acaba con el suicidio del oficial que lanza la bomba contra sus compatriotas segundos después de soltarla.
Filmada un año después del “Teléfono Rojo” de Kubrick sobre la misma base argumental, se trata de una obra maestra del género, clásico indiscutible y película de culto. Estrenada en un momento muy delicado de la guerra esta película nos enseña que cada minuto de cada día puede producirse un error y precipitar al mundo a un holocausto nuclear. Para finalizar tengo que destacar un pequeño papel de traductor del presidente del actor Larry Hagman, mundial mente conocido mas tarde por ser John Ross "J.R." Ewing, el principal protagonista de la serie de televisión Dallas.