Estimados amig@s:
“Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; Llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y todo el que busca encuentra y al que llama se le abrirá”.
San Mateo, cap. 7, 7-8
“Para la gran mayoría de las personas, la pérdida de su trabajo constituye un trauma mucho mayor del que ellas mismas son conscientes de padecer.
Nuestro trabajo, nuestro empleo, tiene muchas vertientes. Por una parte es la actividad que realizamos durante más tiempo. Por ella nos reconocen e identifican en la empresa, organización o lugar donde lo hacemos, que es nuestro principal ámbito de actuación.
Nos reconocen el valor que aportamos y nos pagan por ello. Nos identifican por la función que hacemos y nos sitúan en algún lugar del ranking, escalafón, jerarquía o importancia dentro de la organización. Eso forma parte de nuestra autoestima y de nuestro sentido de pertenencia. Lo que nos pagan configura y alimenta nuestro modo de vida.
Por otra, en el trabajo tenemos compañeros con los que nos llevamos bien, otros con los que sólo tenemos trato y a veces, algunos con los que somos antagonistas “de piel”. Tenemos jefes a los que observamos, con los que intentamos comunicarnos, a los que intentamos conocer, comprender e interpretar y lograr que nos comprendan, que nos valoren. Nosotros también les evaluamos y criticamos. Tenemos, a veces, subordinados directos, a los que les pedimos que hagan cosas, a los que tenemos que comprender, motivar, supervisar, evaluar. Tenemos también subordinados indirectos que no nos ven como sus superiores, pero de los que también tenemos que conseguir que hagan cosas de buen grado.
La verdad es que en el trabajo nos movemos en un bosque de relaciones con plantas enredaderas, altos árboles, zarzas y matorrales espesos que no nos dejan ver más allá. Pero vamos a ese bosque todos los días, y allí nos vamos dejando trozos de vida, de energía, de alegrías y sinsabores, de éxitos y disgustos.
Nuestro trabajo es mucho. Son muchas cosas, mucha gente, los de dentro y los de fuera. Es una parte muy importante de nuestro entorno, de nuestra vida.
De pronto, tanto da, de forma súbita o anunciada, nos dicen que se acabó, que te vayas. Es el primer golpe. Después vienen otras sacudidas: ¿Cuánto me van a pagar?, ¿Qué me corresponde?, ¿Qué voy a hacer ahora?
Empieza el desgarro y los jirones de piel y carne que se quedan en el camino a medida que nos alejamos de ese Centro de Relaciones, de asistencia diaria, de las paredes de nuestro puesto, de nuestra gente, de nuestras cosas de allí.
Cuando alguien lleva tiempo haciendo un trabajo en una empresa pierde mucho más que una actividad remunerada y la pertenencia a una organización”. (Prólogo), Fernando de Salas
Punto y seguido, nos ayudara a diseñar nuestro plan estratégico, para gestionar ese impás. Está escrito por siete profesionales que han pasado por el duro camino de perder su empleo.
Cada capitulo es un escalón que debemos subir a lo largo de nuestra travesía, al final de este encontraremos unas recomendaciones que entiendo debemos tener muy en cuenta.
Cierran su libro con un glosario y unos anexos que son de gran ayuda.
Es una obra que llega en buen momento para las personas que como un servidor, estamos en ese Punto y seguido, es de gran ayuda y muy recomendable para personas que estén en la misma situación o en breve vayan a estarlo.
PUNTO Y SEGUIDO
Cómo gestionar el desempleo y crear nuevas oportunidades profesionales
Ramón Balsells
Diego Boluda
Ana López
Aránzazu Montes
Magdalena Rosselló
Tom D. Story
Concha Zancada
Link de Interés:
Video Punto y seguido I
Video Punto y seguido II
Invitación:
IX edición “The Monday Reading Club”
Febrero, 21
“Yo no sé lo que busco eternamente en la tierra, en el aire y en el cielo; yo no sé lo que busco, pero es algo que perdí, no sé cuándo y que no encuentro, aun cuando sueñe que invisible habita en todo cuanto toco y cuanto veo”.
Rosalía de Castro
Recibid un cordial saludo.