Pura hipocresía socialista

Cualquiera que esté un poco pendiente de la actualidad conoce de los desmanes de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Andalucía, pues el sindicato se ha dedicado a engañar y a no dar el destino correspondiente a muchas de las subvenciones recibidas. Algo que conforme a la legislación vigente debería conllevar sanciones.Pero parece que no va a ser así, parece que la Junta de Andalucía no va a sancionar a la UGT por sus infracciones. Infracciones que han sido admitidas por la propia Junta de Andalucía y entre las que están la no presentación de la documentación necesaria para justificar las subvenciones recibidas y el falseamiento de actividades como las comidas de la feria de Sevilla, entre otras muchas cosas.Y es que la Junta de Andalucía ha iniciado procedimientos que han conllevado la devolución de subvenciones otorgadas, pero que en ningún caso han supuesto la apertura de un expediente sancionador, como debería haber sido, procedimiento, además, que es perfectamente compatible con la revisión administrativa e, incluso, con la vía penal.Conforme a la Ley General de Subvenciones, la UGT de Andalucía podría ser sancionada con una multa de entre el doble y el triple de lo recibido indebidamente, además, cuando el importe del perjuicio económico correspondiente a la infracción muy grave exceda de 30.000 euros, la sanción conllevaría la pérdida, durante un plazo de 5 años, de la posibilidad de obtener subvenciones, ayudas públicas y avales de la administración u otros entes públicos.Pero el Gobierno de Dª Susana Díaz no sanciona, al revés. En los presupuestos del 2014 se le ha consignado a la UGT de Andalucía 2,8 millones de euros, entre otras partidas. Ahí queda eso.Por eso la actitud de la Presidenta de la Junta, llamando a luchar contra la corrupción y abanderando la transparencia me da la risa, porque es mentira, porque todo continúa igual. El PSOE andaluz no sancionará a la UGT y mientras les obliga a devolver subvenciones por un lado, se las estará concediendo por el otro. Pura hipocresía socialista.