Sorprendente, pero cierto. El Gobierno de Vladimir Putin ha decidido censurar la serie de Los Simpsons por considerarla dañina para la moralidad de los niños.
Matt Groening, creador de la serie y de otras muchas de gran éxito, es conocido por no dejar títere con cabeza y criticar cualquier aspecto social, especialmente de Estados Unidos. Pero según parece, al presidente ruso no le ha hecho mucha gracia imaginar que las generaciones venideras rusas podrían rebelarse siguiendo el ejemplo a una de las familias más conocidas del mundo como son Los Simpsons.
Personajes famosos, controvertidos y políticos han sido caricaturizados para esta serie, pero al gobierno de Putin, al parecer, sólo le interesa ser noticia internacional por el poco respeto que muestra hacia los derechos humanos y la libertad de expresión.
Este ataque a la infancia es otra muestra más de la intolerancia y el retraso que muestra, desgraciadamente, este país.