Hola!!! Buen Lunes!!!
Vuelvo al tema… mi deseo de parir a Paula en casa.
Sí, tuve a Adrià hace 16 meses a través de una cesárea programada, pero voy a parir vaginalmente aunque muchos médicos piensen que soy una candidata con muchos puntos a volver a “parir” por cesárea. Por ese motivo y muchos otros eligi a Néixer a Casa, un equipo de comadronas especializado en PVDC (PARTO VAGINAL DESPUÉS DE CESÁREA), para ayudarme con el parto de Paula. Mi motivación nace de mi necesidad de poder dar a nuestra Paula la bienvenida amorosa y respetada que no pude dar a Adrià ya que nació por cesárea y lo llevaron por 3 horas así que nació (Apgar 9/10).
De acuerdo con su pagina web, “solo el 3% de estas mujeres necesitaron una cesárea en el hospital, el resto consiguió parir vaginalmente. Lo que demuestra que el PVDC en casa es seguro y aumenta las posibilidades de éxito de forma importante.”
La intención de esas comadronas no es saltarse las reglas si no estar al lado de las mujeres en sus decisiones y ayudarlas a conseguir algo tan importante para ellas.
Decidí tener un PVDC en casa porque soy consciente de los problemas que conlleva una cesárea para mi salud y la de mi hijo, para el vinculo con él, para la lactancia, y se que en un hospital tengo muchos más números de tener otra cesárea. “Los protocolos de atención al parto para mujeres con cesárea anterior están basados en el miedo y la falta de confianza en el cuerpo de las mujeres. Son estrictos y dificultan de forma importante el éxito de lograr un parto vaginal. Las tasas de éxito de PVDC hospitalarias son bajas debido a ello.”
Y si me había quedado alguna duda más sobre PVDC, las comadronas de Néixer a Casa siguen argumentando:
“La situación: Actualmente el 28 por ciento de mujeres (con variabilidad entre el 15 y el 45 por ciento según el hospital o clínica) dan a luz con cesárea. El sentido común nos hace sentir que NO es posible que una de cada tres mujeres no tenga capacidad para parir. Y eso nos confirma que por lo menos la mitad de esas cesáreas son innecesarias.
Una cesárea proyecta una larga sombra sobre el resto de la vida reproductiva de una mujer. Si ya es difícil conseguir un parto fisiológico no dirigido y respetado para una mujer sin cesárea anterior, para una que la tiene se convierte en toda una carrera de obstáculos. La mayoría de hospitales que tienen protocolo de atención al parto natural no atienden de este modo los PVDC por considerarlos un parto de alto riesgo. El protocolo de actuación para asistir PVDC en hospital actualmente incluye medidas como monitorización continua e interna, peridural si o si y fórceps para abreviar el expulsivo, esto en el mejor de los casos, porque en la privada, solo por el simple motivo de tener una cesárea anterior ya practican una cesárea programada a cerca del 90 por ciento de las mujeres. Todo ello implica un riesgo mayor para la madre y para el bebé. Los riesgos de una monitorización interna como desprendimiento de placenta y perforación uterina, los propios de una cesárea como hemorragia postparto incontrolable, histerectomía, daños al bebé, mayor riesgo de prematuridad yatrogénica, mayor riesgo de mortalidad neonatal (2,9 veces superior), mayor mortalidad materna, cierto que son riesgos raros, deberían ponerse pues en la misma balanza del riesgo “raro” de una rotura uterina.
Las mujeres que piden que les atendamos un PVDC en casa son mujeres que investigan, se informan, leen, se meten en foros como el de apoyocesáreas, luchan, muchas aprenden tanto que saben más que nosotras y mas que muchos médicos sobre parto natural y respetado. Entonces un PVDC es mucho más que un parto, es un triunfo para esa madre, para esa familia y para ese bebé, y nosotras nos sentimos privilegiadas de poder acompañar ese momento.
El Dolor: Las mujeres que piden parto en casa con cesárea anterior son mujeres fuertes con las ideas muy claras, que no tienen miedo al dolor físico del parto, solo le temen al dolor emocional, al sufrimiento de verse separadas de sus hijos al nacer ( siempre es lo que vivieron peor), al sufrimiento del parto robado, de sentirse incapaces, me dicen que se sienten preparadas para vivir el dolor que puede conllevar un parto normal, pero para nada quieren volver a vivir el dolor y el sufrimiento emocional que tuvieron a causa del parto por cesárea y los meses y años posteriores.
Si no se manipula ni perturba ni se intenta acelerar el parto rompiendo bolsa, poniendo oxitocina o practicando dilatación manual, si se respetan los tiempos no haciendo empujar a la mujer antes de que ella lo haga espontáneamente, ni se le aplica maniobra de kristeller en el expulsivo se disminuye de manera muy importante la posibilidad de rotura uterina. El hecho de que en casa no se realizan este tipo de intervenciones, el parto es espontáneo y la comadrona se limita a acompañar, observar y vigilar el proceso aumenta de forma importante la seguridad.
El parto humano parte del hecho de que la relación entre el tamaño de la cabeza fetal y la pelvis por donde ha de pasar es la más ajustada que existe entre las hembras mamíferas, debido a la bipedestación de las mujeres más el hecho de que los bebés humanos son muy inteligentes y nacen provistos de un gran cerebro que necesita una gran cabeza para alojarse. Esto crea la necesidad de que para que todo parto humano avance fácilmente es importante que se cumplan tres premisas: -Verticalidad -Libertad de movimiento -Tiempo En una PVDC es todavía más importante que se cumplan para así facilitar el parto y minimizar los riesgos.
En cuanto al tiempo: El tiempo es bueno y necesario en los partos y la paciencia es la madre de la ciencia. Y algunos PVDC suelen ser especialmente largos. Siempre que el parto sea espontáneo y natural, y ni la madre ni el bebé intrauterino den signos de malestar o peligro se puede seguir esperando. Los tiempos los deberían marcar las madres y los bebés, no los profesionales.
Los pujos dirigidos en el parto medicalizado, con o sin epidural suelen realizarse en posición tumbada en litotomía, se empuja dos o más veces con cada contracción, de manera larga y sostenida, hasta quedarse sin aire, cuando a la mujer se le acaba el aire se le insta a coger aire de nuevo y volver a empujar seguido seguido… Si se espera a que la mujer tenga su reflejo de eyección fetal se observará que ninguna mujer empuja espontáneamente de esa manera tan exagerada. Suelen pujar intenso unos 15 segundos, no más y no pujar más hasta que vuelve la siguiente contracción al cabo de 2 o 4 minutos. La primera media hora de expulsivo los pujos no suelen estar aun definidos, empujan solo un poco y no en todas las contracciones. El expulsivo así puede ser un poco más largo pero también más suave que es lo importante en un PVDC: no forzar nada.”
Si me siento segura de mi decisión??? TOTALMENTE!!!
Ojo, no soy contra las cesáreas, ni mucho menos…salvan vidas y eso es muy importante. Mi desacuerdo esta en el porcentaje de cesáreas que se hacen a mujeres que ya tuvieron otro hijo por ese método sin la mas mínima necesidad.
Me he informado, sigo informándome y creo que seguiré con ese tema después de haber parido a Paula :-D
En el próximo post hablaré del plan de emergencia/traslado al hospital en el caso mínimo de complicaciones.
Me encanta hablaros de ese tema…es fascinante!
Besos y muchos ánimos que empezamos más una semanita de verano!!
Giuli
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