Revista Cultura y Ocio

Quantic love: resolviendo la ecuación del amor

Publicado el 21 abril 2012 por Rojotransitorio @rojotransitorio
Quantic Love

Quantic Love

Quantic love: resolviendo la ecuación del amorMientras la azafata daba unas indicaciones de seguridad a las que nadie atendía, en mi interior volví a escuchar la voz suave y serena de mi padre:

—Mantén los ojos bien abiertos, Laila. Vas a vivir una experiencia única en el centro de investigación más importante de Europa. Pon tus manos a trabajar en esa cafetería, pero con tu mirada lejos en el horizonte.

—Papá, que solo me voy tres meses… —había protestado.

Luego le había dado un cálido abrazo. Sabía exactamente qué venía a continuación. Me repetía aquella fábula oriental desde que yo había cumplido los catorce. Y de eso hacía ya cuatro años…

—¿Recuerdas la historia del cazador que encontró Shambhala mientras perseguía un ciervo? Al ver que se habían abierto las puertas del paraíso tibetano, el guardián le invitó a pasar, pero el cazador quiso volver a buscar a su familia. Cuando regresó, la montaña se había cerrado, pues las puertas de Shambhala se abren una sola vez en la vida para cada uno. Cada oportunidad es única, Laila, y si no la aprovechas, te sucederá como al cazador, que tuvo que seguir persiguiendo ciervos el resto de su existencia.Quantic love: resolviendo la ecuación del amor
Extracto del primer capítulo de Quantic Love (Sonia Fernández-Vidal)

El libro

Ya conocía a la autora de esta novela, Sonia Fernández-Vidal, a través de su primera obra: La puerta de los tres cerrojos. Aquel primer contacto me dejó huella, me gustó, aunque solo se tratara de una novela de divulgación científica para jovencitos. Y lo hizo porque explicaba asuntos de los cuales mi intuición estaba (y continua estando) sedienta.

Así que cuando apareció su segunda novela, Quantic Love, no lo dudé mucho. Me descargué el primer capítulo que ponía a nuestra disposición la editorial y lo devoré en un santiamén. Me enganchó… Me quedó especialmente grabado en la memoria el texto reproducido más arriba. La referencia a las puertas de Shambhala aparece en el primer capítulo y en el último. Cierra un circulo… y ya se sabe que todos los círculos suelen ser perfectos.

Mientras que su primer libro era mucho más divulgativo (estaba más clara la edad de la audiencia) este segundo roza los aspectos de la física cuántica de una forma mucho más colateral. En ese sentido, me sentí algo decepcionado. Quizás esperaba mucho más alimento para mi intuición cuántica.

En cambio, la autora ha ganado en capacidad narrativa. En mantener la atención a través de un relato que se lee con facilidad. No espereis letras brillantes ni poesía de aquella que quita el hipo, pues no la encontrareis aquí. Pero si os gustan los relatos sencillos y enternecedores, éste es vuestro libro.

La ecuación del amor

Quantic Love

La ecuación del amor

Por otro lado, esta novela, en su portada, promete resolver la eterna ecuación del amor. Supongo que ponerlo en la portada del libro (espectacular estrategia de marketing…) fue idea de algún clarividente empleado de la editorial.

Aun así, después de acabar de leer la novela, reconozco que me dio alguna pista sobre la resolución de la ecuación. Pero quizás no la ecuación del amor, si no más bien la ecuación del enamoramiento, una ligeramente diferente. Porque todos sabemos(?) que existe una ligera diferencia entre el enamoramiento y el amor ¿o no?

Puede existir enamoramiento y después amor… enamoramiento y después falta de amor, incluso amor sin enamoramiento. La opción que no se contemplaría sería la de falta de amor sin enamoramiento… aunque de todo hay en los campos de nuestro Señor.

El enamoramiento es un estado en el cual nuestro cuerpo sufre un colapso químico. Nuestro sistema endocrino y sus glándulas comienzan a funcionar desbocadas para fijar nuestra atención y precipitarnos sobre el ser que nos ha enamorado. Los angloparlantes han sabido definirlo mejor: falling in love (caer en el amor). Se nota que son gente más pragmática que nosotros, que lo hemos puesto todo en el mismo saco.

Y este libro sí que ayuda a comprender ligeramente los extraños vericuetos del enamoramiento. El enamoramiento es como una caída, una vertical, sin fin. Una caída en la cual, si somos afortunados, una de las fuerzas más débiles y poderosas del universo, la gravitatoria, nos colocará en órbita alrededor de cierto cuerpo celestial, sin entender ni siquiera muy bien porqué.

Por tanto, si tenemos algo de suerte y se alinean todas las circunstancias, aquel otro cuerpo celestial se mantendrá ligado a nosotros de la misma forma. Se formará un sistema binario, astronomicamente hablando. Ninguno de los dos objetos celestiales será engullido ni repelido por el otro. En ese caso, y solo en ése, se abrirán las puertas de Shambhala.

Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor. (Mario Benedetti)

Uno de los posibles efectos del enamoramiento


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