Hay que tener valor, poca vergüenza y una desfachatez tremenda para provocar situaciones de tensión con la habilidad que lo hace Zapatero.
Lo que este hombre es capaz de hacer es propio o de gente estúpida o de un megalómano. Porque ¿cómo es posible que en plena discusión del pacto de Toledo, haga las declaraciones que hace? ¿Hasta dónde puede llegar la estulticia?
O sea que resulta que están sentados en una mesa, se levanta y desde Bruselas, el muy presidente se pone gallito y dice que lo de la jubilación a los 67 años está hecho, salga como salga las reuniones del pacto.
¿Cómo es posible tanto desprecio a los otros componentes del pacto de Toledo? ¿Es esta la forma de llegar a acuerdos que tiene este cebollino? ¿Quién se cree que es para estar por encima del bien y del mal? ¿Hasta qué punto cumple órdenes de los mercados este mentecato?
Es algo que rompe las reglas de juego. Resulta que se reúnen para llegar a acuerdos y el tipo va y sale diciendo que lo que vale es lo que él dice. A las cotas que está llegando Zapatero de indignidad es difícil que nadie llegue. Yo, que los sindicatos, no volvía a la mesa ni de coña. Para tomadura de pelos, ya hemos tenido bastante.
Por otro lado, ya está bien de hacer y decir que no hay otra solución para que no quiebre el sistema de pensiones que alargar la vida laboral. Porque eso es falso. En primer lugar, no hay tal peligro, lo que subyace al atacar el sistema de pensiones públicos es querer asustar al personal y así hacer que se contraten planes de pensiones privados y echar una manita a los bancos y a las aseguradores, esos amigos íntimos que tanto cuida.
Pero, aún suponiendo que peligraran las pensiones en el futuro, la cosa es muy sencilla, al igual que hacen ya en otros países de Europa, que se subvencione parte de las pensiones, por ejemplo las pensiones no contributivas, en el presupuesto del Estado, al margen de la Seguridad Social. Y desde luego, no subiendo los impuestos a las clases medias y bajas. Por si acaso me permito hacer alguna sugerencia, e indicar de dónde podrían salir esos ingresos:
Por ejemplo, de ese 20% de economía sumergida que existe si saliera a la luz, aunque fuera una parte. O quizá de aumentar del 1% al 5% el impuesto de las SICAV. O, por qué no, de introducir la tasa de transacciones financieras. O luchando contra los paraísos fiscales. O…
Hay otra solución, hay alternativa a alargar la edad laboral. Si lo hicieran así, tendríamos aseguradas las pensiones per seculam seculorum. Pero claro, el señor presidente “socialista” se limitará a seguir el camino que le marquen, sin decir ni mu y sin cambiar una letra del guión que le entreguen.
En fin, que no nos engañen más. En su obediencia ciega a Los Mercados, Zapatero no hace sino apagar fuegos que provocan sus amos, quemando el Estado del Bienestar.
Así es que, si sigue por ese camino, no sólo perderá las elecciones, sino que tendrá el honor de ser el gobernante que más daño ha hecho a las clases débiles. Eso sí, con toda la admiración de su querida amiga (que tan poco le ayuda, por cierto), la señora Merkel.
Salud y República