1. Legumbres. Fuente de minerales
como el magnesio, de proteínas vegetales y de hierro. 2. Huevos. Regeneran
tus músculos. Por su contenido en lecitina y fosfolipidos, vitaminas A, B y E
pero sobre todo la calidad de su proteína de alto índice biológico. De 5 a 6
por semana. 3. Fruta fresca. Evita las lesiones.
Su riqueza en antioxidantes impide la acumulación de radicales libres
implicados en el origen de muchas lesiones. Se recomienda mínimo 3 piezas de
fruta frescas por día. 4. Yogur. Tu inmunoprotector. Proteínas,
calcio, vitaminas A y D y fermentos lácticos que regeneran tu flora intestinal. 5.
Pescado. Su contenido en vitamina
B12 y sus grasas sanas. 6 Agua.
El nutriente imprescindible. Sin agua sencillamente no funciona tu cuerpo De
1.5 a 3 litros diarios, según la constitución física y el grado de evaporación
y esfuerzo. 7. Aceite de oliva. Oro líquido. Rico en antioxidantes
y en grasas no saturadas, mejora la circulación sanguínea y acelera la
recuperación. Dos cucharadas soperas por día y 3 en días 8. Ajo. Aleja
las infecciones y problemas circulatorios, sus antioxidantes combaten los
radicales libres y previenen infecciones. Siempre que puedas aliña con ajo o
añade ajo a tus comidas. 9. Germen de trigo. Protege tu sistema
nervioso y evita el desgaste. Rico en magnesio, que mejora la transmisión
nerviosa y en vitamina E, que hace que tu musculatura no se dañe. Añádelo a tus
platos (ensaladas, purés, cereales...) todos los días de la semana.