La comunicación oral debe ser una habilidad indispensable de todo profesional del Trabajo Social. Un buen manejo de la habilidad beneficia en una mejor intervención (en todos los niveles), ya que cuando las palabras vehiculan bien el dialogo, el entendimiento y la comprensión es mayor. Y un mayor entendimiento y comprensión hará enfocar mejor la consecución de objetivos, a dar respuesta a las necesidades de con quién intervenimos.
La Comunicación Oral es una habilidad social
Uno de los campos de trabajo que desarrollo es la Comunicación Oral y Hablar en Público. Por mi formación y experiencia como narrador, clown y “teatrero social”, he ido desarrollando una visión y planteamiento de esta habilidad, en la que conjugo lo que el arte me aporta con aspectos del Trabajo Social.
Este enfoque me hace considerar la Comunicación Oral como una habilidad social más. La considero así porque es el principal medio por el que nos socializamos. Si, reconozco que existe la comunicación escrita, pero esta vino después de la oral, del lenguaje hablado. Por lo tanto, por naturaleza, el ser humano es más oral que escrito.
Por lo tanto, por naturaleza, el ser humano es más oral que escrito.
Desde esta idea, la oralidad es algo que nos pertenece a todas las personas. Cada ser humano tiene una propia, por su lenguaje, vocabulario, manera de expresarse, profesión, contextos en los que se ha desarrollado, relaciones sociales… Todos estos factores son únicos en cada persona, pero todas las personas los tienen. Así, la habilidad existe, tan solo que, si es cierto, hay personas que las tienen más desarrollada que otras. Pero esto es común también con otras habilidades. Y, como con el resto, es la práctica y el entrenamiento lo que la hace mejorarla.
¿Porqué es positiva para el Trabajo Social?
Teniendo en cuenta el planteamiento base, en el caso de profesionales del Trabajo Social, la comunicación oral sirve para vehicular nuestra intervención. En la entrevista, la facilitación de grupos y comunidades, las reuniones de equipo… Si, es verdad que también es muy utilizada la escrita (informes sociales, proyectos, programas de intervención, etc.). Pero para elaborar estos siempre habrá habido un previo (o lo habrá después) un momento en el que la palabra dicha toma protagonismo, entra en juego.
Como decía, trabajar la habilidad en la formación del trabajador social me resulta indispensable. En el caso de la entrevista, por ejemplo, nos facilitará adaptar el lenguaje a la persona, el uso de las metáforas o frases hechas que sean comunes o la reformulación (cómo técnica concreta).
Si lo valoramos en el caso de la intervención grupal, podemos asumirlo casi como un acto de hablar en público. Aquí entra en juego algunos elementos y factores más que en una comunicación oral entre 2 personas. Y, bien es cierto, que esta situación, comunmente, genera tensión, debido a que en nuestro desarrollo educativo no se suele trabajar de una manera concreta. Al contrario, normalmente nos enfrentamos a situaciones tensas que nos provocan “malos recuerdos”.
Este aspecto de la tensión por hablar en público quizá es un factor que provoca que, algunos profesionales, rehúsen y den un paso atrás ante planteamientos de de intervención de tipo grupal o comunitaria. Ahora, el trabajar la habilidad, nos daremos cuenta que cualquier persona es capaz de manejar las bases (porque las conocemos inconscientemente, sino pensad en que profesores os aburrían y cuáles no. Y analizad porqué). Y manejando las bases venceremos el temor a lanzarnos a esta situación, buscando disfrutar (para mí clave para enfrentarse al miedo), aportándonos un plus muy positivo en la propia tarea de la facilitación del grupo.
Un último aspecto en el que considero nos es útil tener desarrollada la comunicación oral es a la hora de contar los proyectos. No pienso solamente en la “venta”, sino también en los congresos y eventos. Hasta ahora, a los que he acudido, siempre he analizado que solía ser el error más generalizado. Seguimos con ciertas presentaciones tediosas, confusas en algunos momentos incluso, con excesivos datos, muy unidireccionales, con Power Points con errores importantes de diseño… Seguro que esta lista cada uno la puede hacer más larga a su antojo.
En cambio, si le damos importancia a la habilidad de hablar en público, con algunas nociones y elementos básicos, lograremos llegar más a la audiencia. Y no solo pienso en un público del gremio profesional, sino al público generalizado. Porque estoy seguro que conseguiríamos un gran paso en cuanto a dar a conocer más y mejor nuestra profesión.
A modo de conclusión
En conclusión, la comunicación oral es una habilidad a la que apenas hemos prestado atención en nuestro aprendizaje. Es cierto, como decía, que en todo el sistema educativo y no solo en la universidad. De hecho hay países (siempre se me viene a la cabeza EE.UU.), que nos dan mil vueltas en este aspecto.
Pero por todo lo planteado, reivindico tenerla más presente, más en cuenta, en nuestra formación. Que nos interesemos por entender y comprender la habilidad. Porque no solo nos cambiará a nosotros (mejorando nuestra autoestima), sino que también puede ser un motor de cambio y transformación social. Porque muchos conflictos se resolverían si empezamos a expresarnos, escucharnos, entendernos y comprendernos más y mejor.