Revista Sociedad

Que asomen las vergüenzas

Por Releante

QUE ASOMEN LAS VERGÜENZAS
 Hola a todos. Ahí estaba yo tan tranquilo. Había llegado como casi siempre con mucha antelación, por no esperar bajo el sol, que aún seguimos disfrutando por estos lares, me adentré cruzando el vallado a las entrañas del patio del colegio de mis niños. Como en muchas ocasiones, siempre trato de cobijarme de Lorenzo bajo una sombra, que además cubre un trozo de murete, donde yo dejo mis posaderas, en modo relajación. Hasta ahí todo normal, yo, padre respetado, sentado a la sombra en mi trozo de muro, esperando la salida de mis retoños, mientras, el resto de padres comienzan la invasión de los alrededores de mi pétreo sillón real. Pues esta era la situación, yo sentado rodeado de padres y madres y niños y niñas, tan pancho, tan tranquilo. La sombra me mantenía fresquito, y de vez en cuando, una ligera brisa aliviaba aún más el sofocante calor. Pero claro, no hay nada peor, que no hacer caso a los mensajes que te envía la madre Naturaleza, y en mi caso, en esa situación venía en forma de brisilla. Tardé en pillar lo que me decía, pero cuando lo entendí, fue uno de esos momentos de TIERRA TRÁGAME!!!!. Porque, vamos a ver, si todos están pasando calor, abanicándose con cualquier cosa que se les cae entre las manos, sufriendo y sudando....¿por qué yo estoy todo frsquito y feliciano?, me lo estaba diciendo la naturaleza, susurrándome al oido, mira para abajo tontobaba.... oh noooo!!!! ahí estaba yo dando el espectáculo de mi vida. Sentado a una buena altura, rodeado de gente y ahí, mis señoras vergüenzas queriendo asomarse al balcón!!!. Se me había roto el pantalón, justo, donde a ningún hombre decente, que quiera conservar su decencia, no debería romperse. Son estos momentos, en los que al menos, la tradición de familia, heredada de mi padre, que a su vez lo heredó de su padre, y este de su padre y este del otro y del otro y que yo dejaré a mis hijos redujo un poco el problema, o al menos lo contuvo, hablo lo de llevar ropa interior cómoda y limpia, aunque en este caso, la comodidad, fué lo de menos. ¿Y ahora que podía hacer?, estaba claro que alguien tuvo que verlo, y seguro que no pudo contenerse a contárselo a alguien, y a otro y a otro, y al final todo el colegio sabrá que yo soy el padre que lleva los pantalones con aire acondicionado incluido, y la gente me señalará, y a mis hijos, y a mi mujer, y tendremos que irnos del cole, a lo mejor de la ciudad, dejando a nuestros, hasta ahora, amigos, repudiado por la familia..... bueno a lo mejor estoy exagerando, piensa, estate tranquilo, seguro que hay  opciones para salir con dignidad de esta situación. Podrías hacerte el recién enterado y exclamar "ahí va!! si tengo roto, que vergüenza, vaya...", no se, si hago eso, todo e que no se haya enterado, se enterará yel resultado será peor. Podría esperar a que alguien se acercase y me dijese la típica frasecita condescendiente con toque humorístico, "cierra la ventana que hay corriente" o "se te va a escapar el pajarillo con la jaula abierta" o podría ser un directo "bonitos gayumbos", pero esta opción, aunque bastante improbable de encontrar alguien con la suficiente confianza para que lo diga.... yo no lo haría... podría provocar risas y comentarios jocosos de los que están al rededor. Porque esta es una de estas situaciones en las que crees que todo el mundo te está mirando, te mira o te mirará, aunque en realidad nadie se haya percatado ni siquiera de tu presencia, pero esa sensación de que todos te observan no te la quita nadie, provocando mayor incomodidad a esta situación. Podría hacerme el chulo, mirando a todo el mundo, girando de derecha a izquierda y de izquierda a derecha mi cabeza, saludando con chulería a toda la peña, saludando con un movimiento seco de cabeza arriba, en plan, "ey que pasa? que tal?, se lo que estás viendo y me da igual, es moda, porque yo soy moda", pero claro, una actitud chulesca en esta situación y en este lugar, puede provocar el salir a garrotazos en el cogote, así que paso. Solo queda una opción... bajarse, agachar la cabeza, comprobar disimuladamente que en posición vertical no se ve nada, aunque esta comprobación es complicada de hacer disimuladamente. Das un saltito, haces que te limpias el pantalón dándote unas sacudidas en las posaderas, retorciendo el cuello lo más posible para ver si te habías manchado, o eso es lo que dices para disimular..."no sé si me habré manchado"... Una vez que crees que nada se ve ni se intuye, y esperando que el color, casi fluorescente de tu cara, que pareces el señor gusiluz, no llame más la atención de lo que lo habías hecho antes de lanzarte al ruedo. Corres en busca de tus hijos, esperas no encontrarte con nadie que te pare y que te hable, solo deseas largarte de ahí, con las prisas coges otro niño que no es el tuyo, suerte que te das cuenta antes de meterlo en el coche y llegar a casa, vuelves a devolver al pequeño, más tiempo, más gente, más alboroto a tu al rededor, tu cabeza te dice...."te miran te miran te miran".... vuelves a hacer la comprobación, y casi me provoco un esguince cervical, esta vez con el agobio, es menos disimulado, es más, es de todo menos disimulado, tus colores aumentan, y también los sudores, tu cabeza sigue... "se te ve todo, se te ve todo, se te ve todo...", solo piensas en sentarte en el coche, poner el aire acondicionado, desear no coger un resfriado y largarte quemando rueda. Justo hoy el profe quiere hablar....venga acaba de una vez.... no se qué de algo de la merienda, de otra cosa.... bueno, espero que su madre no me pregunte y que no sea urgente, porque no se lo que dijo, solo oía a mi cabeza "los de atrás te están mirando, te están mirando te están....". Vale se ha callado, cojo a la niña, los llevo a las carreras, casi volando, creo que me he llevado un par de madres por el camino, pero no puedo mirar atrás, estoy junto al coche, no encuentro las llaves,meto a los niños como puedo y  alaaaaa! se me han caído (las llaves), y ahora que?, no me puedo agachar.... vale, solo queda la opción de ir agachándome con el trasero contra la puerta del coche, provocando una situación absurda a la vista de los demás, casi me caigo de morros contra el asfalto, pero salvo la situación con algo de dignidad, mañana que venga mi mujer, bueno mejor, durante un mes que se encargue ella. Me siento, enciendo y salgo de allí como si no hubiese un mañana. Pongo música, hablo con los niños y me voy relajando.... menudo día, esto no me puede volver a pasar, antes de salir, comprobar costuras y posibles goteras. He llegado a casa y ya os imagináis lo que hice con el pantalón, con el día que me dio, la vergüenza que pasé.... pues lo ...lo....lo...ahora que lo pienso, lo he vuelto a dejar en sus sitio...os imagináis que al final mañana vuelvo a salir con los mismos... no creo, aunque tratándose de mí, y conociéndome bien, lo mejor será seguir con la tradición familiar y ponerme unos bonitos, por si acaso, nunca se sabe. Un abrazo

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