Revista Cine

Qué bien venden en Hollywood

Publicado el 12 agosto 2010 por Palitoh24
"El cine es un espectáculo. Y aquí no habrá cine hasta que no se tenga noción de que eso es así. Ahí tienen la industria norteamericana, que es consciente de ello, y así le va. Vendrán a pisotrearlos si no son conscientes de que el cine es un espectáculo. Hay que mostrarle al público lo que quiere ver." Jorge Castro (Xavier Elorriaga) en Tesis, de Alejando Amenábar. Siendo honestos, la cartelera estadounidense este año viene siendo un completo desastre. Salvando algunos títulos que se sabían buenos, tales como Toy Story 3 de Pixar, Shutter Island de Martin Scorsese (que en muchos casos no gustó) o Inception de Christopher Nolan (pasó lo mismo que con la de Scorsese), este año nos tuvimos que fumar comedias bien estúpidas y sin gracia, regresos de actores consagrados que buscan agregar algunos ceros a sus cuentas bancarias, y proyectos fallidos (metiendo una vez más al género de terror como el que más salió como perdedor). No obstante, y si somos conscientes de que esto es así, ¿qué nos hace seguir yendo al cine para ver lo que nos ofrecen desde la ex-meca del cine? Hoy les traigo, y a diferencia de lo que siempre acostumbro en este blog (sólo opiniones de películas), dos anticipos de títulos norteamericanos que se esperan en grande para la cartelera 2010. Uno, la reunión del dream team guerrillero hollywoodense (sólo faltó Chuck Norris, creo) en The Expandables; el otro, un documental (aparentemente ficticio, o no, desconozco esta certeza) que triunfió en la edición del festival de Sundance de este año, llamado Catfish. The Expandables, todos sabremos de qué irá: tiros, explosiones, matones, disparos, corridas, golpes, explosiones, y toda una verborragia visual que hará que para el espectador sea imposible todo intento de relexión o análisis. En definitiva, un combo de luces y sonidos sin contenido alguno.Catfish, por su parte, se apunta como un nuevo episodio en el fenómeno de 'mockumentales', hijos bastardos de The Blair Witch Proyect (1999), y que tuvieron en Paranormal Activity (2007) su más reciente boom masivo.
A continuación, les propongo que veamos las presentaciones publicitarias que ofrecen ambos. El primero, de una manera muy original (y que quizás sea mejor que la película en sí misma); el segundo, con un efectivo intento de persuadir al espectador ávido de realidades cotundentes, a través de un trailer que se debate entre la mera demostración explicativa con climax incluído, a incluso ciertos remates humorísticos (supondremos), con frases de críticas de medios como "El mejor film de Hitchcock que Hitchcock no haya dirigido." Anuncio de The Expandables (click para ir al canal de la película en YouTube) Trailer de Catfish ¿El resultado inmediato? Quizás la segunda lo logre mejor, pero ambas propuestas se esmeran en llevar -aunque sea a la fuerza- al espectador hacia las salas de cine, sin importar la devolución. El caso es que aquí tenemos un ejemplo de que Hollywood largará un %20 de buenos productos, pero sigue consciente de que lo suyo es el espectáculo, y aunque sea nos ofrece adelantos prometedores. Y he aquí la respuesta a la pregunta inicial: por qué, a sabiendas de la calidad que supone el contenido, terminamos yendo lo mismo al cine. Se atienden puntos de vista.

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