¿Qué buscan los hoteles que deciden externalizar sus servicios?

La externalización hotelera es una herramienta de gestión cada vez más habitual en el sector. La mayor parte de los hoteles que optan por este sistema de gestión tienen como principal objetivo trasladar costes fijos a variables para controlar el gasto y reducir las estructuras laborales en áreas no estratégicas del negocio. Sin embargo, hay otros motivos por los que la externalización hotelera es una decisión.

Hoy en día, se puede externalizar prácticamente cualquier servicio hotelero, desde la limpieza de pisos al catering o los servicios wellness a hoteles. Es decir, actividades que no constituyen el corazón del negocio. Además del ahorro de costes, la externalización en estos casos implica una importante ventaja para los hoteles: la profesionalización de determinados servicios, gracias a la cual se puede diversificar la oferta y mejorar la experiencia del cliente.

Este es el caso de los servicios wellness a hoteles, un área cada vez más especializada. Los hoteles que deciden externalizar los tratamientos de bienestar buscan en la colaboración con la empresa de outsourcing hotelero una garantía de éxito basada en la calidad del servicio, que se deja en manos de profesionales titulados y experimentados.

El hotelero puede centrarse en conseguir que el cliente se sienta atendido y mimado, al tiempo que puede olvidarse de trámites y gestiones administrativas, especialmente las relacionadas con los recursos humanos. 

Por otra parte, recurrir a la externalización hotelera de los servicios wellness a hoteles supone una ventaja adicional. En estos casos el hotel cuenta con un socio con la capacidad de proveer personal en función de los picos de demanda. Esto contribuye a que el cliente tenga siempre disponible su tratamiento de bienestar, independientemente del nivel de ocupación del hotel. 

Como vemos, son varias las razones por las que los hoteles deciden externalizar sus servicios, aunque básicamente se puede resumir en tres: ahorro de costes fijos, especialización de los servicios y búsqueda de la satisfacción del cliente.

La estructura de un hotel está conformada por diferentes departamentos: recepción, cocina, pisos, cafetería, restaurante, ocio, animación, spa, gimnasio y servicios wellness, principalmente. La mayor parte de hoteles comenzaron por externalizar servicios básicos como lavandería, pisos, jardinería o mantenimiento. En vista de las mejoras en cuanto a beneficios tanto para el hotel como para el cliente, cada vez son más los que se animan a delegar en empresas externas otras áreas como los servicios wellness. 

Y es que uno de los principales caballos de batalla en el sector hotelero son los picos de ocupación y la estacionalidad. El volumen de trabajo puede variar enormemente en determinadas fechas, por lo que la necesidad de personal puede incrementarse o reducirse. Gracias a la externalización hotelera se puede tener el personal adecuado para cubrir las necesidades de cada momento optimizando los costes. Eso sí, para que esta alianza funcione a la perfección, la comunicación entre hotel y empresa debe ser constante y fluida.

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