Como gran aficionado de los fichajes que soy, he de admitir que empieza la mejor época del año: la del mercado veraniego. Y en estas fechas todos sacamos el secretario técnico que llevamos dentro y empezamos a fichar para nuestros equipos a diestro y siniestro. Pero ahí entra un concepto fundamental: la demagogia de la ignorancia.
Y no me refiero a la ignorancia propiamente dicha, si no a la falta de información completa que nos suelen ofrecer los medios. La frase más repetida por un fanático acérrimo de un equipo es: “pues yo ficharía a…”. En lugar de los puntos suspensivos hay de todo, pero no siempre es realista.
Recuerdo el fichaje de Henry. Fueron 24 millones de euros de traspaso. En las mismas fechas el Valencia CF fichaba a Zigic por 18 millones de euros de traspaso. Las voces más habituales salían con eso de “pues por seis millones más nos podríamos haber traído a Henry: Falso. Los fichajes no solamente se contabilizan por el dinero del traspaso, sino también por el sueldo que cobran. Henry cobra alrededor de seis millones al año, mientras que Zigic no llegará a los 2 ni de lejos. Conclusión: si estos dos jugadores fichan por cuatro años, Henry habrá costado 48 millones, mientras que Zigic rondará los 26.
Otro de mis argumentos más habituales cuando hablo de fichajes es lo caro que es ser rico, aunque muchas veces no lo seas tanto. Equipos de la parte alta de la clasificación se encuentran casi siempre con precios desorbitados cuando van a fichar. Probablemente si el Atleti va a pedir precio por Arteta (como se insinúa hoy en prensa) no le pedirán el mismo dinero que si va el Racing de Santander, por poner un equipo al azar. El precio que se pide es directamente proporcional a tu clasificación y prestigio lo que genera una situación de riesgo extremo para los secretarios técnicos de estos equipos que han de arriesgar con fichajes muy caros, porque más baratos no encuentran.
La tercera de las ideas que quiero soltar está relacionada con el Mundial que nos llega. Uno de los mayores chollos de los equipos es mandar a un jugador al Mundial. Parece que con sólo estar presente en la cita futbolística más importante del mundo sea suficiente para sacar más dinero por un traspaso. Aunque el jugador sólo tenga unos pocos minutos de la basura y la selección en la que actúe sea Nueva Zelanda. Cuántos jugadores han hecho un Mundial bueno y han conseguido un contrato increíble para luego fracasar. Yo lo llamo el Síndrome Salenko. Se abren apuestas para ver qué jugador es el “Salenko” de este Mundial.