Ciertas áreas del cuerpo tienen pliegues que hacen que la piel se frote entre sí. Estas áreas también pueden tener un montón de folículos pilosos, glándulas sudoríparas y glándulas de aceite en la piel.
Ejemplos de estas son las axilas, la ingle, el área anal, entre las nalgas, parte interna de los muslos y debajo de los pechos. Algunas personas desarrollan protuberancias similares a las espinillas en estas áreas, que aparecen en rojo, mientras que otras desarrollan protuberancias más grandes que parecen heces llenas de pus. Estos granos o hervir son característicos de la hidradenitis supurativa, una condición crónica de la piel que afecta a los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas en las zonas afectadas.
¿Qué es la hidradenitis supurativa?
La obstrucción de los folículos pilosos, la inflamación y la infección de las glándulas sudoríparas en las zonas del cuerpo donde la piel se frota contra otra superficie de la piel, provoca brotes en la piel que parecen espinillas o furúnculos. Esta enfermedad crónica y progresiva de la piel conduce a la formación de protuberancias llenas de pus que se vuelven duras y dolorosas. Se encuentran comúnmente en las axilas, la ingle, las nalgas, el interior de los muslos y debajo de los pechos. A veces, las lesiones inflamadas de la piel forman tractos y se interconectan. El sudor y las bacterias en estas áreas causan infección e inflamación.
Sin un tratamiento adecuado, los síntomas pueden empeorar y pueden incluir dolor, rotura de abscesos, filtración de fluidos malolientes, infección grave y cicatrices espesadas. El drenaje linfático puede estar obstruido, causando hinchazón del brazo, pierna o genitales. También puede ocurrir limitación del movimiento, mal olor y aislamiento social.
Los adultos jóvenes, particularmente las mujeres, tienen más probabilidades de verse afectados. Una historia familiar de la condición puede desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad.
Tratamiento
El diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para controlar los síntomas y prevenir la formación de nuevas lesiones.
Para casos leves, se puede aplicar compresas calientes sobre el área afectada para aliviar la inflamación. La piel debe mantenerse limpia, lavandola suavemente con jabón antibacteriano. Una crema o un ungüento antibiótico de venta libre se puede aplicar en los topetones. Es importante evitar la irritación de la piel usando ropa suelta y evitando la ropa apretada. También es aconsejable mantener la piel fresca y evitar el afeitado cuando la inflamación está presente.
Las personas que son propensas a desarrollar hidradenitis supurativa deben perder el exceso de peso, ya que la obesidad aumenta la probabilidad de tener pliegues cutáneos que promueven la fricción, el sudor y el crecimiento bacteriano.
Para una infección grave, el uso prolongado de antibióticos orales puede ayudar a tratar y prevenir el empeoramiento de los síntomas. Las inyecciones de esteroides se pueden administrar directamente en la piel afectada para reducir la inflamación. Los inhibidores de TNF-alfa como el adalimumab (Humira) y el infliximab (Remicade) son medicamentos que parecen ser eficaces en el tratamiento de esta afección. Sin embargo, también pueden aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca, infección y ciertos tipos de cáncer.
Los colmillos profundos y persistentes que no mejoran con el tratamiento conservador pueden necesitar drenaje quirúrgico para el alivio a corto plazo. Las lesiones interconectadas pueden ser removidas y cubiertas con un injerto de piel. Sin embargo, estos procedimientos no son curativos y no previenen la recurrencia de la enfermedad en otras áreas de la piel.