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¿Qué causa los calambres musculares?

Publicado el 05 diciembre 2025 por Puntoseguro
calambres musculares

Un calambre muscular es una contracción involuntaria de las fibras que forman un músculo. Experimentar un calambre muscular no es agradable. Pero, ¿qué causa los calambres musculares?

Los nervios controlan las fibras musculares. Cuando algo estimula o daña un nervio hace que las fibras musculares se contraigan. Esto da como resultado una contracción repentina, un calambre. La mayoría de las causas de calambres musculares son inofensivas, aunque algunas son más serias.

Y aquí va un dato que seguramente te sorprenderá: casi el 95% de las personas experimentarán calambres en algún momento de su vida. No estás solo en esto. De hecho, son mucho más frecuentes de lo que imaginas, especialmente conforme vamos cumpliendo años. Si tienes más de 50, las probabilidades de que sufras calambres nocturnos aumentan considerablemente.

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Causas leves de los calambres musculares

Los calambres musculares tienen muchas causas comunes, incluyendo, el sueño insuficiente, la realización de esfuerzos excesivos y el abuso de cafeína, entre otros.

Sueño insuficiente

Las sustancias químicas del cerebro -neurotransmisores- desempeñan un papel importante en la transmisión de información desde el cerebro a los nervios que controlan la contracción muscular. La falta de sueño puede afectar el funcionamiento de estos neurotransmisores. Esto significa que el exceso de neurotransmisores puede acumularse en el cerebro. Esta falta de sueño puede dar lugar a la contracción muscular.

Cuando no duermes lo suficiente, tu sistema nervioso entra en un estado de hiperexcitabilidad. Es como si tus nervios estuvieran «en alerta» constantemente, lo que los hace más propensos a enviar señales involuntarias a tus músculos. Esto explica por qué después de varias noches de mal sueño, los calambres pueden aparecer con más frecuencia.

Esfuerzo excesivo

La distensión o el uso excesivo de un músculo puede causar espasmos y calambres. Cuando una persona hace ejercicio con intensidad o durante un período prolongado  puede experimentar contracciones musculares. La investigación sugiere que estos calambres musculares puede ocurrir después del ejercicio por dos razones.

En primer lugar, el ejercicio puede conducir a la fatiga muscular, la cual desencadena contracciones y calambres en las fibras musculares que han trabajado mucho. En segundo lugar, el ejercicio puede causar un desequilibrio electrolítico a través de la sudoración. Los electrolitos juegan un papel en la contracción muscular. Una pérdida de electrolitos dentro de las fibras musculares puede provocar espasmos.

Cafeína

Tomar demasiados productos ricos en cafeína puede causar contracciones musculares. La cafeína es un estimulante. Cuando una persona toma demasiada cafeína esta puede estimular las contracciones musculares en cualquier parte del cuerpo.

Si eres de los que necesita tres cafés antes del mediodía, quizá quieras reconsiderar tu consumo. La cafeína no solo te mantiene despierto; también puede mantener tus músculos en un estado de tensión que favorece los calambres, especialmente si haces ejercicio o no te hidratas adecuadamente.

Deficiencia de ciertos nutrientes (calcio, magnesio y/o vitamina D)

El cuerpo necesita calcio para realizar una función muscular adecuada. Tener una deficiencia de calcio puede causar contracciones musculares. El magnesio también desempeña un papel en mantener los nervios y músculos sanos. El magnesio ayuda a transportar el calcio a través de las membranas celulares para apoyar la función nerviosa y muscular.

Tener una deficiencia de magnesio puede causar contracciones musculares en cualquier parte del cuerpo. Además, los nervios necesitan vitamina D para llevar mensajes desde y hacia el cerebro a los músculos del cuerpo. Tener una deficiencia de vitamina D puede causar debilidad muscular y espasmos.

Algo interesante: aunque mucha gente piensa que el potasio es el mineral más importante para prevenir calambres, en realidad el calcio y el magnesio son los protagonistas principales. El potasio sí importa, pero su deficiencia suele manifestarse más como debilidad muscular que como calambres propiamente dichos.

Para asegurarte de que tienes suficientes de estos nutrientes, incluye en tu dieta  lácteos y verduras de hoja verde para el calcio, frutos secos y semillas para el magnesio, y no olvides la exposición al sol para la vitamina D (o suplementos si vives en lugares con poco sol).

Deshidratación

La masa muscular es hasta un 75 % de agua. El agua también ayuda a transportar nutrientes y minerales a los músculos para apoyar su función. Cuando una persona no toma suficiente agua  puede desarrollar deshidratación. Tener deshidratación puede causar calambres musculares.

Piénsalo así: tus músculos son como esponjas. Cuando están bien hidratados, funcionan de manera fluida y coordinada. Pero cuando les falta agua, se vuelven rígidos y propensos a contraerse involuntariamente. Esto es especialmente importante si haces ejercicio o si sudas mucho. No esperes a tener sed para beber agua; en ese momento ya estás deshidratado.

Causas graves que dan lugar a calambres musculares

Los calambres musculares que no se explican por una de las causas comunes anteriores puede indicar una condición de salud subyacente. Las condiciones de salud que pueden llevar a calambres musculares incluyen nervio espinal pinzado, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), síndrome de Isaac y esclerosis múltiple. De ahí la importancia de acudir al médico si sufres calambres musculares regularmente, especialmente si estos no remiten modificando la dieta y la forma de hacer ejercicio.

Otras condiciones médicas que deberías tener en cuenta incluyen:

  • Hipotiroidismo (tiroides poco activa)
  • Enfermedad renal
  • Diabetes mellitus
  • Diversas enfermedades neurológicas
  • Problemas hepáticos
  • Enfermedad arterial periférica

No se trata de alarmarte, pero sí de que estés atento. Si tus calambres son muy frecuentes, muy intensos o vienen acompañados de otros síntomas como debilidad, hinchazón o cambios en la piel, es hora de que un profesional investigue qué está pasando.

Cuándo es momento de ir al médico

La mayoría de los calambres son inofensivos y se resuelven solos o con las medidas que hemos comentado. Pero hay señales de alarma que no debes ignorar:

  • El dolor es insoportable
  • Los calambres son muy frecuentes (varias veces a la semana)
  • Duran más de 10 minutos
  • Vienen con hinchazón, enrojecimiento o cambios en la piel
  • Notas debilidad muscular además de los calambres
  • No mejoran pese a tus esfuerzos por hidratarte y comer bien
  • Interfieren con tu vida diaria o tu sueño
  • Sientes entumecimiento u hormigueo

El tratamiento médico dependerá de la causa. Puede incluir ajustes en tu dieta, suplementos específicos, fisioterapia o, en casos raros, medicamentos relajantes musculares.

Ten en cuenta que la mayoría de los medicamentos y suplementos que se recetan para prevenir calambres no han demostrado ser realmente efectivos de manera consistente, y algunos pueden tener efectos secundarios. Así que la prevención con hábitos saludables sigue siendo tu mejor apuesta.

Al final, se trata de escuchar a tu cuerpo y darle lo que necesita, que no es otra cosa que agua, nutrientes, descanso y movimiento equilibrado. Los calambres suelen ser benignos, pero prevenirlos puede mejorar notablemente tu calidad de vida.

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