A ver, mujer violada, hay una jueza en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer en Vitoria que te trata de manera ofensiva: es incrédula hacia tu testimonio, te interpela, no te deja terminar la respuesta y realiza preguntas sugestivas que condicionan tu declaración. Vamos, que atenta contra tu dignidad, vulnerando la Ley de Estatuto de la Víctima. No es un hecho aislado (el comportamiento ha sido denunciado), sino habitual, continuo y que ha dado lugar a quejas por parte de las víctimas. De hecho ha generado una cultura de miedo. Miedo a lo que pueda suceder a la víctima en el citado juzgado. Mujeres que sufren nuevas agresiones (y que habían interpuesto denuncia en el pasado) se lo piensan a la hora de denunciar otra vez.
Veamos un caso. El pasado 16 de febrero una mujer, embarazada de cuatro meses, denunció en la comisaría de Policía Local de Vitoria “maltrato habitual físico y psíquico en el ámbito de violencia de género” que “incluía dos agresiones sexuales”. Fue citada a la mañana siguiente a las 11.00 horas y su declaración no comenzó hasta a las 15.00 horas (estado de extenuación y desasosiego), acabando a las 17.30. En el transcurso de la misma, la magistrada interpela continuamente a la denunciante sobre su resistencia a las agresiones llegando a preguntarle textualmente: ¿Cerró bien las piernas?, ¿cerró toda la parte de los órganos femeninos? Pues eso. Un juzgado de Violencia de Género…de género nefasto.
Todo esto lo ha manifestado (y denunciado) la presidenta de la Asociación Clara Campoamor, quien ha pedido al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que aparte o suspenda a la jueza por ese trato; desde la toma de posesión ha llevado a cabo múltiples faltas de consideración debida, que resultan especialmente graves en el caso del desempeño de su cargo, añade la presidenta de la Asociación.
Mientras no se pronuncia el CGPJ, propongo la realización de formación adecuada dirigida a mujeres doblemente víctimas, por parte de la violencia machista y de una incrédula justicia. A título orientativo sugiero un “Curso de resistencia a la violación” (prácticas con violadores reales)
Temario
1. Cómo saber si tus piernas están bien cerradas.
2. Lo mismo con tus glúteos. Aprende a dosificar la fuerza.
3. Cómo saber si la navaja del violador está bien afilada y no se trata de un farol.
4. Cómo convencer a una jueza que has sido violada de verdad.
(Para aprobar la parte práctica deberá superarse la prueba “resistencia a la violación”, realizada por un violador titulado)