Ya comienza el cambio de temporada en todas las casas...., al menos de nuestra ciudad, donde, de un día para otro, pasamos del frío extremo al calor más horroroso. Es Sevilla una ciudad de contrastes en ese sentido, aunque son más conocidos, en cuanto a meteorología se refiere, los cuarenta y cinco grados a la sombra que se alcanzan en pleno verano. Pues eso: que ya estamos cambiando armarios, o mejor dicho, su contenido. Perchas que salen y entran y que van del ropero de mayor uso al de las prendas que ya no serán lucidas por nuestros palmitos hasta que el tiempo vuelva a cambiar. Somos mucho de ir soltando prendas por toda la casa, y más cuando nuestras Julias, ya sabéis, trasladan nuestras pertenencias del vestir, a sus cuartos para hacer uso de ellas con o sin nuestro permiso... Aparecen colgadas de cualquier manilla de puerta, o del pomo de cualquier auxiliar que tenga la suficiente altura para que nuestro vestido o chaqueta no arrastre por los suelos. Y todo ello hasta que encuentra su sitio definitivo, menos a la vista y más resguardado de polvo y paja (¿paja? ni que viviéramos en un establo...). Porque, eso sí, si en el trabajo no somos muy ordenadas que se diga, no soportamos cosas por medio en nuestros respectivos hogares, aunque...., viendo las demás fotos....¡quedan bien esos tiradores cargados de "cachivaches"!
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¿No os gustan los pomos así "vestidos" cual percheros improvisados?