Revista Coaching

¿qué día a la semana dejas el escudo de defensa en casa?

Por Juanmartinezsalinas76

Foto propiedad Juan Martínez de Salinas De vez en cuando analizo en mi bitácora diferentes perfiles laborales que están más extendidos de lo que nos gustaría en las organizaciones. Hace tiempo que no abordaba este tipo de artículos y creo que ya va siendo hora.

Hoy me quiero centrar en las personas especialistas en buscar excusas, tirar balones fuera y que se ponen a la defensiva cuando se te ocurre comentarles algún tema de trabajo en el que están involucrados. Son personas que nada más abrir la boca ya se ponen a la defensiva y te echan los perros con comentarios tipo “yo no puedo hacer más” “eso no es culpa mía” “esa no es mi guerra” “esto es culpa de fulanito” “Estoy solo y no puedo hacer más” y “Es lo que hay” “A mi no me cuentes nada de este tema”, “Yo, mi parte, ya la he hecho”… y podríamos seguir. 

El trabajar en una organización y por ende con otras personas supone que surjan roces, problema y diferentes puntos de vista que con dialogo y flexibilidad por parte de todos se pueden solucionar.

Eso sí, dentro de este gran perfil que he comentado tenemos diversas variedades de personas:

Perfil “DEFENSORES DE SU UNIVERSO”

Quizás sea un perfil que se presenta en muchas ocasiones… Estas personas se toman todos los comentarios relacionados con su trabajo y sus tareas como algo personal. Cuando alguien de vuestra empresa os comenta un tema de algún proyecto, tarea o función en la que participéis en mayor o menor medida no os está echando la culpa a vosotros. Simplemente, os indican aspectos a mejorar, cuestiones pendientes de hacer, plazos incumplidos, otros puntos de vista a tener en cuenta para que lo podáis pensar o reportar a quien competa decidirlo. Además esta actitud defensiva se contagia rápidamente en una organización y es lo peor que puede pasar porque, al final, nadie sabe nada, no se sabe por qué algo no salió como estaba esperado, el cliente tiene razón en sus quejas pero se sigue haciendo lo mismo que antes y otros muchos ejemplos que me vienen a la cabeza. No se trata de buscar culpables a los que echar el mochuelo sino buscar mejorar esos procesos, sistemas, herramientas que generan los problemas. Cuando algo sale mal, muchas personas involucradas lo primero que buscan es personas a los que responsabilizar del error para ellos salir de rositas, con esto no se soluciona nada. Por supuesto, ya llegará el momento de analizar qué cadena de acciones o errores han provocado ese fallo y error. Claro que en más de una ocasión se tendrá que charlar con determinadas personas para ver qué pudo pasar y buscar alternativas para que no vuelva a ocurrir. 

Perfil “¿YO? NO SÉ NADA”

Es una de mis variantes preferidas. Son aquellas personas que nunca saben nada y nunca es culpa suya nada aunque sean responsables de determinadas tareas o funciones que no se hacen. Claramente, cuanto más hace uno, más se equivoca. La perfección no existe. Este tipo de personas se dedican a llevar a cabo lo poco que hacen mal, tarde y cómo quieren para conseguir su fin último que es conseguir que se les deje por imposibles y no se les mande nada. Lo mejor es que la cúpula directiva es consciente de esta actitud, deberían tomar decisiones para cambiar pero hacen comentarios del tipo “Ya sabes cómo es fulanito o menganita… Ahora, ya no los cambias…”

Perfil “YO LO MÍO, YA LO HE HECHO”

Este tipo de personas, siguen eludiendo el concepto de trabajo en equipo. Lo suyo lo han hecho, lo han pasado al siguiente estadio… y claramente, ya han hecho lo que tenían que hacer… pero ¿el trabajo está terminado? Personalmente, creo que es un perfil muy egoísta y poco colaborador. Este tipo de personas a la defensiva ya optan por ser excesivamente tajantes y parcos en palabras y te sueltan la frasca de que ese tema no va con ellos. Si trabajáis en la misma organización todos los temas que no funcionan son de vuestra incumbencia porque si las cosas empiezan a ir muy mal, quizás vuestro puesto de trabajo pueda peligrar. No olvidemos que las empresas viven de sus clientes a los que les ofrecen un servicio o producto que debe cumplir unos estándares de calidad.

Trabajar con este tipo de personas es muy frustrante porque no se les puede decir nada, siempre están con la escopeta de la defensa esperando a responder y rematar al otro interlocutor para que le dejen en paz. El mundo no va contra vosotros. Determinadas cosas no son responsabilidad vuestra pero al participar o gestionarlas es normal que os digan cosas al respecto. Cuando algo no funciona en la mayoría de las ocasiones la responsabilidad es grupal porque depende de la involucración, participación y aportación de todas las personas de la empresa. 

La mejor forma de contrarrestar a estas personas es todo un misterio y uno nunca sabe como acertar. No recomiendo dejarles en paz en su mundo de luz y color; es lo que persiguen. Lo mejor es marcar claramente vuestra área de gestión y la suya para que quede claro sobre qué aspectos se les exigirá y pedirá explicaciones para que luego no intenten escaquearse. Esto conllevará que se os asigne un lugar privilegiado en su lista negra pero ese no es vuestro problema. Llega un momento que uno se debe plantar contra estas personas de actitud inaguantable. Es más, en alguna ocasión extrema, no va de mas reportar la situación al responsable que corresponda para que decida cómo buscar una solución adecuada para la organización.

Muchas veces estas ocasiones defensivas tienden a ir cambiando de opinión constante para marear la perdiz sobre determinados temas, tareas o proyectos para alargar el tiempo sin que se avance en ningún sentido. Vamos que se especializan en dar vueltas al mismo tema de diferente forma que no lleva a ningún lado.

Creo que las personas que son así deben de reflexionar y reflexionar sobre sus actitudes para con los compañeros para solucionar su problema, porque este tipo de comportamientos se suelen arrastrar a las otras facetas de nuestras vidas.

¿Qué día a la semana dejas el escudo de defensa en casa? 


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