El medio informativo del progresismo francés por antonomasia se anuncia con una pregunta: “Que dit le Monde?”. El País copió el lema para presentar a Iñaki Gabilondo como Augur del Olimpo de Zapatero: “¿Qué dice Iñaki?”
Excelente entrevistador, metido a comentarista se torna misionero progresí. Un predicador que desde su nuevo videoblog nos exhorta a ejercer el multiculturalismo, la justicia universal y la santidad laica, remedo zapateril del cristianismo.
Diariamente nos catequiza con grandilocuencia campanuda en el deber de ser tolerantes, de perdonar los pecados de todos y de rechazar a quienes le exigen sentido común a los gobernantes socialistas y nacionalistas. Para los populares, sólo desprecio.
Durante años fue paladín de Zapatero, incluso ante sus mayores muestras de ignorancia política, y del nacionalismo vasco. No le gustan las víctimas del terrorismo por exigir justicia.
Ahora está empeñado en demostrar la honorabilidad de los filoetarras de Bildu. Con ellos deben seguirse dos mandatos cristianos: ponerles la otra mejilla, y amarlos como a hijos extraviados. Exige comprenderlos y perdonarlos, aún contra la voluntad de sus víctimas.
Humanitario multiculturalista, también se opone al control de la inmigración desbocada hacia Europa, porque ama incondicionalmente a todos los pobres del mundo.
Su bondad le es gratuita: puede ser indulgente con los terroristas, en los que no ve maldad, sino locura temporal, porque los etarras no lo tienen entre sus objetivos.
Y en cuanto a su misericordia con las migraciones masivas, considerando fascistas a quienes las ven alarmantes, es lógica su benignidad: vive seguro en un área muy lujosa, lejos de los conflictos socioculturales y de orden público de la alianza de civilizaciones.
Gabilondo es Sumo Sacerdote del buenismo zapateril, del islamismo “progresista”. Desde su privilegiado minarete ve el mundo pequeñito, colonia de hormigas que pastorea con homilías empalagosas.
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SALAS. Supongo que pensó esta tira para aplicársela a los polítiucos, pero por qué no a los periodistas.
Y como al artista le gusta mucho el cine, o el menos emplea los títulos de películas para ilustrar la vida real, nada hay más cierto que ésto.
Y en cuanto a lo de las primarias, podríamos titular aquí "Lo que el viento se llevó". Un dedazo para Rubalcaba más claro que el de Rajoy.