Revista Coaching

¿Qué distingue al líder cabal? Señas de identidad del liderazgo integral

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

liderazgo 05Por Miguel Ángel Rodríguez Badal.

En esta entrada voy a describir las características más necesarias y distintivas del buen líder, del líder cabal, del líder integral. En tiempos convulsos como los que estamos viviendo, es del todo pertinente preguntarse qué caracteriza a los líderes que contribuyen al desarrollo y florecimiento del colectivo.

Para bien o para mal, cualquier colectivo humano, sea un país, una empresa o cualquier iniciativa cuyo desarrollo requiere del concurso de varias personas, tiene sus líderes. Por tanto, en tiempos convulsos como los que estamos viviendo, es del todo pertinente preguntarse qué caracteriza a los líderes que contribuyen al desarrollo y florecimiento del colectivo.

Sin ánimo de ser exhaustivo, en esta entrada voy a describir las que, en mi opinión y tras haber tenido la oportunidad de conocer numerosas personas que han ocupado posiciones de liderazgo en el mundo empresarial, son las características más necesarias y distintivas del buen líder, del líder cabal, del líder integral. Para ello, como si se tratara de las capas de una cebolla o los estratos de un terreno, señalaré en primer lugar las más evidentes, las que resultan más fáciles de observar.

A continuación, iré indicando otras menos obvias pero imprescindibles para la manifestación de las primeras. Por último, comentaré las fundamentales, en el sentido de que son la base sobre las que se asientan todas las demás.

1. Saca lo mejor de sus colaboradores

Como a los buenos y a los malos profetas, a los líderes se les conoce por sus frutos. Esto es lo más inmediatamente observable. Pero, ¿cuáles son los frutos de un líder? En el mundo de la empresa, algunos dirán que los frutos son los resultados. Sin embargo, los líderes no lideran resultados sino personas. Son éstas las que bien organizadas y lideradas obtienen buenos resultados.

Por tanto, al menos desde una concepción íntegra del liderazgo, el fruto de un buen líder, lo que le caracteriza en último término, es que saca lo mejor de las personas que lidera. Ésta es la prueba del algodón. Al igual que Michelangelo Buenarroti eliminaba con su cincel lo que sobraba en el bloque de mármol para permitir que la escultura que permanecía escondida en él cobrara vida, el buen líder consigue que sus colaboradores sean la mejor expresión posible del potencial que atesoran.

Siguiendo el plan propuesto, la siguiente pregunta que hemos de hacernos es qué características permiten al líder conseguir el máximo desarrollo de sus colaboradores. En este estrato encontramos las siguientes: vocación de servicio, promoción de una cultura fuerte, ejemplo, fomento de la creatividad y autoridad moral.

2. Vocación de servicio

El buen líder no sólo no se sirve de sus colaboradores en provecho propio sino que se siente su servidor. Sabe que su obligación es facilitar a sus colaboradores los medios adecuados y crear el entorno apropiado para que éstos puedan llegar a ser la mejor expresión posible de sí mismos.

3. Promoción de la cultura

El buen líder promueve una cultura fuerte en la que su visión del liderazgo, el ser humano y la empresa pueda crecer y desarrollarse. Sabe que contribuir a la creación de esta cultura es una de sus más importantes responsabilidades.

4. Ejemplo vivo

El líder íntegro se caracteriza por ser un ejemplo vivo de los principios y valores sobre los que se erige la cultura organizativa y, por tanto, la visión del mundo, el ser humano y la empresa compartidas por el colectivo. Al contrario que los demagogos, el líder íntegro más que con la palabra lidera con su comportamiento.

5. Fomento de la creatividad

Las empresas y los colectivos humanos en general actúan en contextos cambiantes. En consecuencia, la consecución de sus fines y su supervivencia dependen de su capacidad de adaptación al cambio. El desarrollo de esta capacidad depende en buena medida de la creatividad de sus líderes y de cómo éstos fomentan la creatividad de sus colaboradores.

6. Autoridad moral

La relación de poder existente entre el buen líder y sus colaboradores está basada en la autoridad moral del primero. Es decir, se fundamenta no en el poder jerárquico (potestas) sino en la autoridad (auctoritas) que nace, además de su mayor conocimiento y experiencia, del comportamiento del líder que, como se ha indicado, es un modelo a seguir.

Autoridad moral, creatividad, ser ejemplo, promover una cultura fuerte y vocación de servicio son comportamientos y, por tanto, aspectos fácilmente observables del liderazgo que consigue sacar lo mejor de las personas.

En la segunda parte de esta entrada trataremos otras características menos visibles sin las cuales el liderazgo integral carecería de una base sólida sobre la que poder apoyarse y desarrollarse.

Autor Miguel Ángel Rodríguez Badal.

Fuente http://manuelgross.bligoo.com/20130325-los-17-rasgos-o-senas-de-identidad-del-liderazgo-integral


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