Revista Diario

Qué empeño con que lleve al niño a la guardería

Por Belen
Está claro, debo ser la peor madre del mundo, ¿por qué? pues ¡porque me he atrevido a no llevar al niño a una guardería! Y lo mejor del tema son las ganas que todo el mundo tiene de restregártelo por la cara.
Esta mañana salía yo de mi casa con mi hijo a las 9:30 de la mañana. Con su mochilita, tan guapo él. Nos encontramos con un vecino de la edad de mi padre, un señor ya jubilado, que tiene hijas, nietos, en fin, un hombre de familia. Me mira muy contento y me dice "hombre ya va al cole (él sabe que el colegio lo empieza el próximo curso, y se refería a la guardería), es que es mucho mejor, les espabila que da gusto, tienen que aprender a estar con más niños". Yo ante este tipo de comentarios no basados en la experiencia propia ni basados en la sabiduría del sujeto, no suelo responder, me limito a sonreir y a no dar explicaciones. Pero no contento con eso, ha querido más datos, y me pregunta abiertamente "le llevarás a esta nueva de aquí atrás, ¿verdad? es una maravilla". "La de atrás" es una nueva escuela infantil que abrieron este curso y a la que muchas madres del barrio están dando uso. Este señor ni la conoce, ni sabe de ella porque sus hijas no viven en esta zona, y sus nietos no van a ella. Pero como está al lado de casa es maravillosa. Y claro, ante una pregunta directa, he tenido que contestar. "No, no, el niño ni va a esta ni a ninguna guardería, le llevo a un lugar de ocio y juegos para niños. Le llevo unos días en semana, y se lo pasa muy bien". Mi vecino no ha entendido nada de lo que le he dicho por supuesto, se ha quedado con cara de poker. Anda que si le digo que donde llevo al niño se llama Pequeteca.
Este, al igual que otros vecinos y vecinas que han educado a sus hijos (todos de mi edad) en el hogar familiar piensan que estoy haciéndole algún mal a mi hijo por no llevarlo a una escuela infantil. Me resulta curioso ser criticada por hacer lo que en su día ellos hicieron. Me resulta curioso ser criticada en general, la verdad, pero estar en el punto de mira de estas personas, de la generación de mis padres me sorprende sobremanera.
De nuevo el eterno debate, de nuevo soy la rara por no hacer lo que la gran mayoría hace. Y no solo soy la rara, también soy la floja. Hace unas semanas coincidí con otra vecina, tiene una hija, la cual tiene mellizos. Cada vez que veo a esta mujer me cuenta los avatares de su pobre hija, que por supuestísimo sigue trabajando, los deja en guardería y es una super mujer, super mamá y super todo. La pobre criatura, según sus palabras, "no sé cómo puede con todo, pero puede, puede". Vamos que me escupe claramente a la cara, tu con uno y tocándote las narices es casa.
Porque además si te quedas en casa, ésta ha de estar como una patena. Pues mira no, la mía no está así. Yo es que pierdo el tiempo llevando a mi hijo a clases de música, a una pequeteca, a la piscina... todas estas actividades las realizamos juntos, mamá también va a estas clases. Además salimos al parque, le llevo conmigo a todas partes, le estoy enseñando a comprar, las señales de tráfico, el nombre de las calles, las letras, los números, el amor por los animales, el respeto por los demás, ¿será esto educar?.

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