Cuánto daríamos por enmarcar instantes de nuestra vida que no querríamos olvidar... El primer beso, el nacimiento de nuestros hijos, un amanecer primaveral, el abrazo de alguien que se va... Ufff... ¡que nos ponemos melancólicas! Como todas esas cosas no podemos enmarcarlas, muy a nuestro pesar, hoy nos hemos dedicado a mostraros otras opciones, mucho más materiales, pero que aportan personalidad a nuestras paredes. Y si no, juzguen ustedes...
foto
Foto
Foto
Foto
Foto
Foto
Ya que el primer beso no podemos retenerlo entre cuatro molduras, nos despedimos con estos besos de carmín, ea.Con Dios.