Steve Jobs abandona el barco. El conocido consejero delegado de Apple, en baja desde enero, ha dimitido, dejando su cargo, que será ocupado por Tim Cook, hasta ahora director de operaciones. Jobs, no obstante, ha ofrecido su colaboración para seguir colaborando con la empresa, pero desde un puesto más distante, que no le obligue a estar pendiente a tiempo completo de la empresa.
Sin duda Jobs, unos de los ceos más mediáticos del panorama digital, ha encaramado a Apple en una posición privilegiada, con una envidiable gestión económica y unos beneficios más que jugosos, a pesar de la tremenda competencia que existe en este mercado. A través de unos productos emblemáticos (Iphone es el SmartPhone por excelencia, Ipod es el reproductor de mp3 más codificado y el Ipad es la tableta por antonomasia) y una imagen muy cuidada, ha conseguido que una legión de fieles sigan al detalle las novedades de la marca, y se disputen la posesión de sus lanzamientos desde el mismo día de su puesta en venta.
La imagen de Apple es inconfundible y se ha hecho cotidiana en el mundo del celuloide, donde hablar de tecnología es casi siempre hablar de la marca de la manzana. Así se ha asociado Apple a exquisitez, y lejos de ser una marca exclusiva como era en sus inicio, es una marca con una imagen cuidada que hace que sus seguidores permanezcan fieles a ella, una actitud que no es la habitual en este difícil mercado tecnológico.alfonsovazquez.comciberantropólogo