En la era de la tecnología los antaño incomprendidos lectores han encontrado un hueco en el que compartir su afición por la literatura.
Las redes sociales, cada vez más evolucionadas nos permiten desde subir fotos personales hasta compartir opiniones, entre comentarios y “likes”.
Todos conocemos las redes más famosas; como twitter, YouTube, Blogger o Facebook, pero en esta ocasión nos centramos en Instagram. Más concretamente en un colectivo que denominamos “Bookstagram“. Como su propio nombre indica es un colectivo, dentro de esta red social en la que se habla principalmente de libros, literatura, y todo tipo de merchandising literario.
No era tan fácil encontrar a gente que compartiera nuestra afición por la lectura antes de esta plataforma.
¿Cómo funciona?
Para ser “Bookstagrammer” simplemente debes tener una cámara de fotos (o incluso usar la de tu teléfono móvil) y hacer fotos originales de tus libros.
Podemos ver cómo ya miles de usuarios de todas las partes del mundo comparten sus lecturas dando su opinión y abriendo debate a diversas ideas y preferencias.
Los bookstagrammers hacen recomendaciones, colaboraciones, y sobre todo, comparten.
Desde mi experiencia personal puedo decir que es un gran alivio, como lectora, haber encontrado esta comunidad y disfrutar de las personas que la componen, descubrir novedades literarias, leer opiniones antes de decidir si adquirir un libro en concreto, o simplemente, intercambiar ideas con los usuarios.
Sin afán de alargarme mucho, recomiendo a aquellos amantes de la lectura que investiguen sobre esta rama, ya no tan oculta, en esta red social. Y espero, en otro artículo, dar más detalles sobre ello.