¿Que es Coaching? De nuevo nos hallamos aquí, describiendo el Coaching. No porque no se comprenda la función sino porque quizá el término no se ha popularizado todavía lo suficiente como para que la gente sepa realmente lo que es.
Hay quienes piensan que el Coaching es como el Mentoring, de hecho, preguntados si se podría castellanizar la palabra Coaching, muchos contestan que le pondrían este otro nombre. Otros prefieren entrenador. En fin, yo no estoy de acuerdo en estos otros términos porque, sencillamente, un Coach no es ni un mentor ni un entrenador, y el Coaching no es ni Mentoring ni entrenamiento. Creo que ambas palabras, Coaching y Coach, son totalmente válidas, igual que cientos de otros anglicismos que hemos adoptado en la lengua española. No nos hagamos ahora los puristas, no?
Pero, en fin, ¿definimos pues el Coaching? He escrito varios artículos al respecto aunque quizá fueron algo extensos, así que aquí voy a intentar resumir un poco lo que es en términos sencillos.
Para definir el Coaching podríamos remitirnos sencillamente a la mayéutica.
¡Dios mío¡ ¿¡Pero qué es la mayéutica ahora!?
Etimológicamente, es una palabra que procede del la palabra griega μαιευτικη (“maieutike”) y que significa obstetricia.
¿Queeeeeeeee? Pero ¿¡qué tendrán que ver los partos y el embarazo con todo esto!?
En el siglo IV a.C. Sócrates adoptó este término para adaptar el significado médico que tenía a su forma de interrogar a sus discípulos, haciéndoles “parir” sus propias repuestas mediante múltiples preguntas. Esta técnica socrática consiste precisamente en hacer muchas preguntas a una persona, sin intención de conducirla por ningún camino concreto, para que ella llegue al conocimiento a través de sus propias respuestas, en lugar de “bueno, yo te voy a dar la respuesta porque soy muy listo”. En definitiva, esta técnica utilizada por Sócrates se basa en que la verdad, las capacidades y recursos de todo ser humano, las posee dentro de sí mismo. (Me hace mucha gracia escuchar o leer a veces cuando la gente se refiere al Coaching como una moda, como si fuese algo nuevo, cuando en realidad está basado en una técnica milenaria).
En el Coaching se aúnan la mayéutica, otras corrientes filosóficas como el existencialismo, la psicología, la Programación Neurolinguística, etc. con una serie de recursos que provienen más del campo de la empresa, como la gestión del tiempo, la identificación de objetivos, los planes de acción etc. Después, en dependencia del tipo de Coaching (Ejecutivo, Personal, Deportivo, etc.) se definirá de forma diferente.
En definitiva, no se puede definir el Coaching de una forma única y absoluta, pero en lo que, creo, estamos todos los Coaches de acuerdo, es que es una forma de guiar al cliente a que obtenga sus objetivos de una forma más segura y rápida de lo que (probablemente) lo haría por sí solo. Pongo “probablemente” entre paréntesis porque también es cierto que hay muchas personas que, sin saberlo, practican el “auto-Coaching”, es decir, son capaces por sí mismos de hacer aflorar sus propios recursos y habilidades, de marcarse unas metas muy bien definidas y conforme a sus valores más profundos, de eliminar las creencias que puedan estar limitándoles, de considerar los errores como aprendizajes y de levantarse siempre que tropiezan. Después de todo, “No son los golpes ni las caídas las que hacen fracasar al hombre; sino su falta de voluntad para levantarse y seguir adelante”. Anónimo
Al principio de este artículo manipulaba el famoso poema de Bécquer:
¿Que es coaching?, dices mientras clavas
tu pupila en mi pupila azul.
¿Que es Coaching? ¿Y tú me lo preguntas?
Coaching eres tú.
En efecto, Coaching, en realidad, eres tú. Se trata de ti, de tus recursos y de tu capacidad para hacerlos brotar, de reconocer que siempre que lo que marca la diferencia entre el fracaso y el éxito es el aprendizaje y la perseverancia. Se trata de darte cuenta de que dentro de ti hay una promesa de ti mismo por descubrir.