¿qué es el amor, al fin y al cabo?

Con la edad, uno aprende más por pasiva, que por activa. Y te lo dice álguien que ha pasado media vida pensando qué es el amor, qué lo define y qué lo limita. Pero ahora he llegado a la conclusión de que el amor es precisamente todo aquello que queda cuando nos concedemos el derecho -y el deber- de amar. Amar es no tener miedo! Simple y llanamente porque el amor fluye desde dentro y sus síntomas más evidentes es sentirte bien, estar alegre -aunque no siempre, claro- y ser feliz, compartiéndolo con los demás y todo lo que te rodea…

Pero es verdad que para dejar que fluya desde dentro, uno debe antes “limpiar las cañerías” para que pueda manifestarse y salir. Y eso significa eliminar esos filtros que nuestra experiencia, nuestras expectativas y nuestra mente han creado, impidiendo salir al amor. Pero no hacen falta terapias ni fórmulas mágicas para lograrlo. Basta con que te concedas el derecho de amar, vayas bien atento y te escuches con sorpresa cada vez que el amor lo sientes en tu corazón y luego tengas el valor de vivirlo, expresarlo y de compartirlo. Sé de álguien que siente amor por mí – aunque no siempre lo diga con palabras- y lo sé porque sonríe cuando está junto a mí y canta distraidamente en privado, cuando se siente feliz! No hay más…

Seguramente lo demás, ese amor que siempre hemos buscado en los demás sin siquiera sentirlo antes en nuestro interior, son meras creaciones de la mente para huir de la soledad. Y por eso le conferimos cualidades que poco tienen que ver con nuestra vida real y cambiante, efímera y de duración indeterminada. Nuestro amor, el de verdad, no es más que una opción libre y privilegiada para vivir la vida desde el corazón, por lo tanto es algo que se siente dentro, sorprende siempre cuando llega y se manifiesta en todo lo que haces y se expande y crece cuando lo compartimos, por fuera y nos damos cuenta de que todo lo que hay a nuestro alrededor no son más que oportunidades para expresar ese amor.

Tan simple como que amar es aquello que haríamos en nuestra vida si siguiéramos lo que sentimos en el interior, nos dejáramos amar y lo viviéramos tan intensamente como si solo nos quedaran minutos de vida en esta vida! Por lo demás, definirlo es limitarlo! Ya ves, simple y llano… lo demás son elucubraciones mentales, retos personales ante nosotros mismos o el otro, y resistencias varias y miedos ante una evidencia de la vida o el supuesto derecho auto otorgado de su reciprocidad o de conocer su duración, ante algo mágico que incluso un niño pequeño sabe sentir antes que nada, que es amar de verdad…

Etiquetas: amor, felicidad, fluir