El chantaje emocional es cualquier forma de presión o amenaza de sufrimiento moral o afectivo que una persona puede ejercer sobre otra con el fin de obligarle a actuar de determinada manera.Cuando nos hacen chantaje emocional y cedemos, nos sentimos insatisfechos con nosotros mismos. Pero si no aceptamos, si no nos doblegamos ante el chantajista, entonces nos invade el sentimiento de culpabilidad.¿Cómo identificar al chantajista? ¿Cómo son esas personas que tratan de manipularnos? Fijémonos en cómo se comportan los niños pequeños, en cómo utilizan el llanto para ablandarnos, para darnos pena y conseguir lo que quieren. No han aprendido todavía que no siempre se puede conseguir todo lo que se quiere y que han de amoldar sus deseos a los de los demás. Es más, los adultos a menudo reforzamos esa conducta “chantajista” cuando empleamos con ellos frases del tipo “si no haces esto, mamá no te va a querer” o “no hagas esto o me pondré triste” porque al hacerlo somos nosotros, los padres, los que estamos recurriendo al chantaje emocional para lograr que nos obedezcan.Pues bien, de adultos, las personas manipuladoras actúan igual: apelan a nuestros buenos sentimientos para lograr lo que desean. Pero debemos darnos cuenta de una cosa: el chantajista, el manipulador, en realidad es una persona muy insegura y a menudo narcisista. De la misma manera que algunas personas creen que es necesario vencer, porque en realidad dudan de su propia capacidad para convencer, las personas manipuladoras no toleran el fracaso, tienen demasiado miedo de perder, de sentirse débiles. ¿Cómo son sus víctimas?
El chantajista suele emplear sus tácticas con aquellos que más les quieren, los que están más cerca: la familia, los amigos, la pareja. Aquellos con los que tienen más confianza y un nexo afectivo, pero también los que simplemente se lo toleran. Sobre todo se convierten en sus víctimas aquellos que temen sentirse abandonados, que creen que han de ceder para no sentirse solos. Las personas poco asertivas, los que tienen baja autoestima, un excesivo sentido de la responsabilidad o complejo de culpa.Hay un refrán que dice “Quien bien te quiere te hará llorar”El refranero suele estar lleno de verdades pero esto, decididamente, no es cierto De manera que aprendamos a frenarlesAPRENDAMOS A DECIR NO SIN SENTIRNOS CULPABLES
imagen: Adarve Photocollage, retoque fotográfico
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *Algunos libros que podrían interesarte:Guía práctica para no dejarse manipular y ser asertivoautor: Walter Riso (ver) Cuando digo "no" me siento culpableautor: Manuel J. Smith (ver)* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *Posts relacionados:El sentimiento de culpa (ir)Cómo dar un empujoncito a nuestra autoestima (ir)La asertividad (ir)La dependencia afectiva (ir)