¿Qué es el complejo de Pepito Grillo?

Recordaréis que la pasada semana la dedicábamos a enumerar algunos de los pensamientos distorsionados con los que opera nuestra mente (ver)De estos pensamientos se puede decir que son "errores en la programación de nuestro cerebro", porque una y otra vez parecen conducirnos a interpretar de forma equivocada la realidad.Pues bien, dos ejemplos de pensamientos distorsionados son el "todo tiene que ser perfecto"  - un ejemplo del pensamiento polarizado del todo o nada - o el "soy el responsable de todo", que incluso puede esconder cierto complejo de culpabilidad.
Por eso comenzamos esta semana con un nuevo test con el que podremos revisar nuestra forma de actuar, para valorar si en algún momento somos víctimas de estos dos tipos de pensamientos distorsionados.
TEST1º.- ¿Cuántas veces has rechazado una tarea de cierta responsabilidad porque temes no hacerlo del todo bien?2º.- Si algo sale mal ¿te flagelas culpándote de lo ocurrido?3º.- ¿Consigues dormir aunque tangas que tomar alguna decisión medianamente importante?4º.- Además de flagelarte por las cosas que haces mal ¿eres enormemente quisquilloso con el trabajo de los demás?5º.- Cuando metes la pata ¿eres capaz de analizar en qué te has equivocado para tomar nota y no volver a repetir el error?6º.- Reconócelo: ¿cuántas veces tus amigos, familiares o compañeros de trabajo te han llamado detallista, perfeccionista o maniático?7º.- ¿Eres capaz de dejar para mañana lo que no te da tiempo de terminar hoy?8º.- ¿Crees que para que algo salga bien lo mejor es que lo hagas tú mismo? 9º.- A lo largo de tu jornada laboral ¿eres capaz de hacer una pausa para relajarte?10º.- ¿Crees que antes que hacer algo a medias, lo mejor es no hacer nada?
Valoración:Responder “sí” a las preguntas 1, 2, 4, 6, 8 y 10 vale un punto, al igual que responder “no” a las preguntas 3, 5, 7 y 9.
De manera que...¿cuántos puntos has obtenido? ¿Más de 4?Porque si es así, quizá es que, como le ocurría a Pinocho en el cuento, tú también tienes a tu propio Pepito Grillo recordándote una y otra vez cuáles son tus obligaciones, recriminándote una y otra vez por tus errores.Quizá seas una persona excesivamente perfeccionista (ver lo que hemos publicado anteriormente sobre el perfeccionismo aquí) o con un exagerado sentido del deber y la responsabilidad, que te hacen sentirte culpable a menudo.Y si es así, aún el caso de que tus errores sean muy pocos, por muy bien que hagas las cosas, lamento decirte que ese exceso de perfeccionismo y de responsabilidad no te permitirán sentirte nunca completamente satisfecho. 
¿Cuál será la consecuencia? Pues que tu nivel de autoestima nunca estará a la altura de tus logros por muy reales que estos sean.De manera que… ¿qué tal si pruebas a relajarte?Tranquilo, no es necesario bajar el listón. Tan sólo permítete disfrutar del premio cuando llegues a la meta

ilustración creada por Adarve Photocollage, retoque fotográfico

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