Los RATs pueden ser distribuidos por correo electrónico, chats, redes sociales e incluso archivos en sitios de torrent. Una vez que infecten un ordenador, no hay nada que indique su presencia.
Mientras que algunas personas utilizan creepware para perseguir a sus amigos o a personas desconocidas, tales amenazas también pueden ser utilizadas por los ciberdelincuentes para espiar a las personas a través de sus webcams y robar información confidencial, como contraseñas. Básicamente, los RATs dan al atacador control total sobre un ordenador infectado.