¿Qué es el juego simbólico?
Todos, de niños, hemos jugado a ser mamás, papás, médicos, princesas o vete tú a saber qué tipo de animal, súper héroe o personaje de ficción queríamos representar en nuestros días de tierna infancia. Este tipo de juego, espontáneo, representando un rol diferente al nuestro en escenarios imaginarios es lo que llamamos juego simbólico no dirigido y es el tipo de juego por excelencia que domina gran parte de la infancia de todos los niños.
Por definición llamamos juego simbólico al juego que realizan los niños utilizando su capacidad de representar mentalmente un objeto y jugar con esa idea menta, como por ejemplo el niño que coge la escoba y lo usa como caballo para desplazarse por una imaginada pradera. Esto es juego simbólico en estado puro.
Este juego que aparece de modo espontáneo en casa, el parque o en las escuelas infantiles sin que nadie les dirija el juego. Esto es juego simbólico espontáneo, natural, sin objetivos pedagógicos ni educativos. Pero tengamos en cuenta que este tipo de juego puede utilizarse mucho a nuestro favor para trabajar muchos conceptos tanto en casa como en las escuelas y es lo que conocemos como juego simbólico dirigido, del que hablaremos más adelante con varios ejemplos y objetivos a seguir.¿Qué características tiene el juego simbólico?
- Para que un niño desarrolle la capacidad de juego simbólico ha de ser capaz de operar mentalmente con símbolos o, lo que es lo mismo, de representar mentalmente un objeto, situación o personaje y jugar con esa idea en su mente.
- Ha de ser capaz de transformar, por ejemplo, un palo en una varita mágica o una espada. Esto implica que debe conocer también la función del objeto que imagina o de poder crear nuevas funcionalidades, por lo que la creatividad, fantasía e imaginación se expanden notablemente en esta etapa del desarrollo de nuestros hijos, entre los 2 y 7 años.
- En el juego simbólico espontáneo no hay reglas impuestas por un adulto solo la imaginación propia del niño y de los iguales que lo acompañan. En la etapa de los 2 a los 7 años es muy fácil ver cómo un niño desarrolla por sí mismo esta capacidad de juego, en caso que no la desarrolle deberíamos observarlo atentamente y consultar con nuestro pediatra, puesto que es un síntoma de que algo no funciona adecuadamente.
- En el juego simbólico dirigido podemos buscar objetivos educativos y pedagógicos para hacer del juego un instrumento válido para conseguir algunos de los propósitos que como padres o educadores perseguimos como por ejemplo favorecer el desarrollo del lenguaje o la lectoescrtitura.
Los padres y educadores debemos facilitar el desempeño de este tipo de juego poniendo de nuestra parte, dejando que la imaginación de nuestros hijos fluya y permitiendo que dispongan del material que necesitan para dejar volar su imaginación, sus deseos y sus ganas de aprender.
Puede interesarte en artículo publicado en www.mamieduka.com donde describo una sesión de juego simbólico con frutas y verduras, en las que simulamos ir al mercado. En esta sesión semidirigida de juego simbólico podemos ver los objetivos que perseguimos con este juego y qué habilidades cognitivas, emocionales y lingüísticas favorece.
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