¿Qué es el Linfedema?
El sistema linfático está constituido por una red de vasos linfáticos especializados y varios tejidos y órganos en todo el cuerpo que contienen linfocitos (glóbulos blancos) y otras células que ayudan al cuerpo a combatir las enfermedades y las infecciones. Los vasos linfáticos son similares a las venas pero tienen una pared mucho más delgada.
Algunos de estos vasos están muy cerca de la superficie de la piel y se encuentran cerca de las venas; otros están justo debajo de la piel y adentrados en el tejido adiposo cerca de los músculos y pueden encontrarse cerca de las arterias.
Hablamos de linfedema cuando existe una hinchazón o edema debida a la acumulación de líquido proveniente de los vasos linfáticos. Lo más frecuente es que se deba a un defecto en la circulación linfática.
El linfedema se manifiesta por edema o hinchazón, signo presente en varias patologías por lo que deben diferenciarse de estas otras causas. El edema de origen linfático por lo general aparece de forma insidiosa, lenta y es progresivo.
Para el estudio de la patología linfática existen algunos exámenes como la linfografía directa y linfografía radioisotópica. Hay otras técnicas que son para el estudio de las estructuras más pequeñas del sistema linfático.
El linfedema se trata con métodos físicos y con medicamentos. Los métodos físicos consisten en elevar el brazo o la pierna afectada, efectuar un drenaje linfático manual (el cual consiste en una forma especializada de dar masaje suaves que ayuda a circular los fluidos desde el final del miembro hacia el tronco del cuerpo); vestir ropa hecha a la medida que aplique una presión controlada, limpiar la piel con cuidado alrededor del miembro afectado para evitar infecciones.
La cirugía para tratar el linfedema generalmente ocasiona complicaciones y muy raras veces se recomienda llevarlas a cabo en los pacientes con cáncer.