Es una celebración de los sentidos, ya que cada célula del cuerpo se despierta al ritmo de los movimientos espontáneos, los sonidos y el silencio. El calor del aceite y de las manos, el sonido de la música, el olor de sutiles fragancias, abre los sentidos y transporta la mente a nuevos lugares y espacios.
El masaje puede ir precedido de una inclinación del corazón, "Namasté", un saludo indio que se utiliza especialmente en las prácticas de yoga y tantra. La inclinación del corazón también puede ser al final para agradecer y honrar el encuentro.
El espacio en el que se realizan los masajes está estructurado y ritualizado: velas, incienso, música, calor, telas suaves, todo para crear un espacio cómodo y seguro.
El ritmo que crea gradualmente el masajista conduce a una relajación del cuerpo y la mente, a un estado de meditación profunda en el que el cuerpo despierta gradualmente y adquiere toda su dimensión.
La piel es el órgano de los sentidos y está completamente conectado al sistema nervioso. Cuando el masaje es consciente, realizado con dedicación y acompañado de la respiración, las tensiones desaparecen, la rigidez disminuye y se olvidan todas las preocupaciones.
El hecho de recibir un masaje hace que se libere oxitocina, una hormona que luego proporciona una sensación de bienestar, calidez y relajación.
El masajista, se convierte en un compañero atento y "escuchando" las necesidades del cuerpo, ayuda a acoger las emociones con valentía, a expresarse plenamente, a transformarse y a llegar al origen.
Estar también centrado en el "canal", la llamada energía universal, en valores como la bondad, el amor, la generosidad, y manifestarlos en contacto puede apoyar al descubrimiento de la plenitud de la humanidad.
Al aceptar el tacto, en el espacio de un corazón abierto, la mente se disuelve y avanza hacia un estado de meditación. Un estado de conciencia en el que se puede decidir y llegar a un acuerdo con uno mismo, ya que es necesario un momento de pausa, una revitalización profunda, una reconexión del cuerpo y espíritu.
A pesar de su connotación generalmente aceptada, el masaje tántrico no es un masaje. Es una práctica que permite ser más consciente del propio cuerpo, lo que también puede ser beneficioso para la vida sexual.
A medida que se adquiere conciencia del cuerpo, se descubre la energía sexual, que tiene el origen en el abdomen. Circula por todo el cuerpo a través de los canales y centros de energía, los chakras, permitiendo que la energía vital fluya libremente hasta que cada célula, desde los pies hasta la cabeza, comience a vibrar.
El masaje puede ser una iniciación para cualquier individuo en cualquier momento de la vida. Al reconectar, conectar con la tierra y relajar el cuerpo, el alma y la mente, se puede atravesar conscientemente los acontecimientos de la vida.
Por lo tanto, será un encuentro diferente para cada persona. Emociones emergentes, sensaciones, sensualidad, respiración, vista, retroceso, lágrimas, olas, éxtasis... Todo es posible.
Los masajes sanan el espacio del corazón y de todo el cuerpo. Te dan espacio para que fluya libremente la energía vital y sexual. En el día a día, es simplemente la voluntad de vivir, la estabilidad, la salud, las relaciones y el poder de actuar. Proporcionan alegría, amor, sabiduría, permiten la comunicación y fomentan la intuición.
El masaje es beneficioso, permite desbloquear capas de energía, llegando a todos los rincones del cuerpo. Permite liberar el cuerpo de los bloqueos que hasta ahora podrían haber impedido vivir a muchos niveles, para realizarse en la vida personal, en la vida profesional, en las relaciones con los demás, liberando al mismo tiempo la creatividad, el poder de acción y la compasión.
Hay que darse tiempo para recibir y dejarse cuidar, porque todos los seres humanos necesitan estos ciertos momentos de la vida para poder encontrarse con uno mismo, para reenfocarse, para conectar profundamente con el interior.
Incluso cuando la vida es muy agitada y todo se mueve rápidamente, saber lo que el cuerpo dice y desea, permite escuchar al interior. Por ello hay que detenerse y escuchar al cuerpo.
Los principales beneficios del masaje tántrico
- Permite liberar la tensión y el estrés de la vida cotidiana
- Elimina todos los bloqueos internos
- Relaja y afloja el cuerpo
- Abre a la energía
- Libera el poder interior dormido
- Proporciona vitalidad y alegría
- Aumenta la sensibilidad, el sentido de la belleza y el valor
- Rejuvenece el cuerpo
- Abre la sensualidad y ternura
- Permite sentir placer en la vida íntima
- Sana la emocionalidad
- Sana las relaciones con los demás
- Sana las experiencias pasadas
- Libera los temores
- Libera de mecanismos y automatismos
- Abre a una vida de amor