Pues queriendo responder a esa pregunta me estoy leyendo 'The fourth industrial revolution' de Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del World Economic Forum y, aunque percibo que el término es algo confuso y ecléctico, el autor nos lo intenta aclarar en las primeras páginas.
Y, así, nos recuerda que el término 'Industria 4.0' se acuñó en la Feria de Hannover de 2011 y nos remarca algunos de los elementos en que se apoya:
It began at the turn of this century and build on the digital revolution. It is characterized by a much more ubiquitous and mobile internet, by a smaller and more powerful sensors that have become cheaper, and by artificial intelligence and machine learning.
Bueno, ya hemos identificado dos o tres tecnologías digitales que nos resultan conocidas en este blog: por un lado, Internet de las Cosas, ese mundo de sensores acoplados a máquinas e incluso personas a través de 'wearables' y con frecuencia ligadas a la movilidad y que permite una miríada de nuevas soluciones y servicios. A esto le añadimos la inteligencia artificial y el machine learning, es decir, la capacidad de dotar de inteligencia similar a la humana e incluso superior en ciertos ámbitos a máquinas, a ordenadores, a robots...
Pero hay más...
Hablar de Industria 4.0 nos hace pensar en factorías, en producción y, en efecto, el mismo autor nos traslada el término al mundo industrial:
describe how this will revolutionize the organization of global value chains. By enabling "smart factories", the fourth industrial revolution creates a world in which virtual and physical systems of manufacturing globally cooperate with each other in a flexible way. This enables the absolute customization of products and the creation of new operationing models.
¡Vale! Ahora hablamos menos de tecnologías y a cambio lo vemos aplicado realmente a la industria y que nos habla de una revolución de las cadenas de valor y del triunfo de la personalización.
Pero ¿lo hemos entendido del todo? Creo que no... porque estamos pensando en tecnologías de naturaleza digital (internet de las cosas, inteligencia artificial y se intuye, que no se menciona, la impresión 3D) aplicadas a la industria.
Pero unas líneas más abajo el autor cambia un poco de tercio y nos dice:
It is the fusion of these technologies and their interactions across the physical, digital and biological domains that make the fourth industrial revolution fundamentally different from previous revolutions.
Apasionante pero algo sorprendente el meter lo biológico en la ecuación, incluyendo temas como la nanotecnología o la secuenciación genética, tecnologías que, aunque se benefician de forma decisiva de lo digital, no parecen esencialmente digitales.
La verdad es que el término resulta a un tiempo borroso y apasionante, por un lado algo marketiniano pero a la vez tremendamente real... y de un inmenso poder transformador de la industria, la economía y la sociedad.
No hemos conseguido aún una definición académica, no al menos una que a mi personalmente me satisfaga, pero a cambio sí hemos conseguido sentirnos fascinados.
Sigamos avanzando...