Desde hace un tiempo me estaba preocupando porque:
- No recordaba los nombres propios.
- No encuentro nunca donde dejé algunas cosas.
- Cuando estoy hablando, de pronto me paro y no sigo, porque no recuerdo a veces lo que voy a decir o cómo continuar.
En fin, creía que había comenzado a tener un enemigo en mi cabeza cuyo nombre empezaba con A.
Hoy leyendo un artículo, quedé mucho más tranquilo, por eso les voy
a transcribir la parte más interesante:
“Si uno tiene conciencia de los problemas de memoria es que no los
tiene”.
Hay un término ANOSOGNOSIA, que indica el no darse cuenta de lo que ocurre. La mitad de los mayores de 50 años presenta algún fallo, pero es más de la edad que de la enfermedad. Quejarse sobre fallos de la memoria es un hecho muy frecuente en personas de 50 años de edad en adelante.
Se traduce en no poder recordar el nombre propio de un individuo, de entrar a una habitación sin saber qué se iba a buscar, olvidar el título de una película, dónde se dejaron las gafas o las llaves. En estas edades, más de la mitad de los adultos presenta esta dificultad, lo cual indica que más que una enfermedad es una característica de los años que se tienen. Muchas personas se preocupan (a veces en exceso) por estos olvidos.
De aquí una afirmación importante: “Quien es consciente de padecer estos olvidos es quien no tiene problemas serios de memoria” ya que quien padece una enfermedad de la memoria “Con el inevitable fantasma del Alzheimer” no tiene registro de lo que efectivamente le pasa, ya que presenta ANOSOGNOSIA, una palabra médica que indica, precisamente el no darse cuenta de lo que le ocurre.
B. DUBOIS, profesor de neurología del CHU PITIÉ SALPÊTRIÈRE, acuñó una paradójica pero didáctica explicación válida para la mayoría de los casos de personas preocupadas por sus olvidos:
“Cuanto más se quejan los sujetos de su memoria, menos probabilidades tienen de sufrir una enfermedad de la memoria”.
Este documento está dedicado a los olvidadizos que recuerdo. Si se olvidan de recomendárselo a alguien, quédense tranquilos porque no es Alzheimer…son los años.
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