Revista Opinión

¿Qué es la ansiedad?

Por Campblog
La Ansiedad
Las personas que sufren de ansiedad o algunas veces conocida como trastorno o ataque de pánico son aquellas que tienen episodios recurrentes e inesperados de miedo e incomodidad extrema que comienzan en forma abrupta y aumentan rápidamente hasta llegar a un nivel máximo usualmente en diez minutos.
Los ataques de pánico están caracterizados por síntomas físicos como palpitaciones, sudor, temblores, falta de aire, sensación de ahogo, dolor de pecho, náusea, mareo, desorientación, miedo a perder el control o a morir, adormecimiento, escalofrío y sofocos.
Un ataque de ansiedad normalmente viene acompañado de una sensación de peligro inminente y del fuerte deseo de escapar cuando en realidad no hay peligro alguno o situación amenazante más que en la cabeza de la persona. Los ataques pueden ser provocados por eventos desencadenantes específicos o pueden surgir “de la nada”. La frecuencia de los ataques tiende a variar según la persona.
¿Qué es un ataque de pánico?
Muchas veces a los episodios de ansiedad se le llaman ataques de pánico por el desagradable sentimiento que produce. Todo ser humano sufre ansiedad en diferentes niveles, lo cual es normal. Es ese nerviosismo previo a una entrevista laboral, la tensión que se siente en una confrontación, el modo en que el corazón palpita cuando sentimos el peligro. La ansiedad es un sentimiento perfectamente normal y, con frecuencia, útil porque nos prepara para la acción y para responder a situaciones de peligro.
¿Qué es la ansiedad? El problema empieza cuando ya no nos es posible oponernos a nuestros temores, al extremo de que éstos producen cambios en nuestra vida cotidiana. Si este es el caso es probable que este enfrentando una crisis de ansiedad. La ansiedad puede causar un temor aplastante o la imposibilidad total de afrontar situaciones determinadas, sin razón aparente. Algunas veces, la ansiedad puede causar un temor tan intenso que incapacita completamente a las personas y afecta sus vidas laborales.
La ansiedad es la más común de los trastornos psicológicos, y también es la que se puede tratar con más éxito. Desafortunadamente, sólo una cuarta parte de los que la padecen busca asesoria profesional y espiritual.
Existen diferentes tipos de trastornos relacionados con la ansiedad
Trastorno de ansiedad generalizada: es una tensión crónica aún cuando nada parece provocarla. Esta preocupación o nerviosismo excesivo es casi diario y se diagnostica como tal cuando la persona la ha padecido al menos seis meses.
Trastorno de pánico: La persona experimenta crisis recurrentes de temor que surgen espontáneamente. Se trata de una angustia aguda y extrema en la que es frecuente que la persona que la padece piense que va a morir. Estos ataques repentinos de miedo intenso no tienen una causa directa. En ocasiones, las personas que sufren este trastorno desarrollan angustia a experimentar el próximo ataque, cuya ocurrencia no pueden prever, a esto se le llama ansiedad anticipatoria.
Trastorno fóbico: trastorno que tiene como rasgo particular la presencia de un temor irracional y persistente ante un objeto específico, cosa, actividad o situación que evitan por cualquier medio. Por ejemplo, el miedo a volar, a los pájaros o a los espacios abiertos o cerrados, insectos etc.
Trastorno obsesivo-compulsivo: se trata de pensamientos o acciones no voluntarios que el paciente no puede dejar de pensar o hacer para no generar ansiedad. En todo caso, el sujeto reconoce el carácter absurdo de sus pensamientos o acciones. Por ejemplo: lavarse las manos muchísimas veces al día o el mantener un orden y limpieza excesivo y calculado muy fuera de lo que se podría considerar normal.
Trastorno por estrés post-traumático: se da en aquellos casos en los que se presentan secuelas psicológicas desagradables tras el impacto de un trauma emocional, una guerra, una violación, etc. Se caracteriza por los recuerdos persistentes del suceso traumático, un estado emocional con exaltada vigilancia y la reducción general de interés por los sucesos cotidianos.
Las principales causas de la ansiedad son:
El estrés: Ante situaciones externas que produce tensión, nuestro sistema nervioso reacciona desencadenando una serie de cambios en nuestro organismo que a nivel físico se manifiestan de diversas formas entre ellas es común el aumento del ritmo cardíaco, la respiración rápida e irregular, la tensión muscular etc. y a nivel emocional desencadena una serie de cambios que producen ansiedad. Por ejemplo en la sociedad actual factores estresantes característicos de la ansiedad son el miedo a perder el trabajo, a no ser aceptado socialmente, a no cumplir las expectativas impuestas, etc.
Enfermedades físicas: Aunque no muy frecuentes los casos relacionados a enfermedades físicas, existen las que producen síntomas similares a la ansiedad, como por ejemplo los trastornos en la tiroides y la angina de pecho por mencionar algunas, donde la falta de aire y el nerviosismo pueden ser frecuentes.
Toxinas o medicamentos: Ciertas sustancias como la cafeína, drogas o el alcohol, al igual que algunos medicamentos, como los suministrados para controlar el asma o la presión arterial, pueden producir ansiedad o palpitaciones aceleradas y síntomas similares a un ataque de ansiedad. De igual manera el síndrome de abstinencia es uno que suele ir acompañado entre otros síntomas de un estado bien definido de ansiedad.
Factores ambientales: A veces los factores ambientales que rodean el trabajo o la vivienda desencadenan ansiedad. Entre los más importantes se encuentra el ruido ambiental y el exceso inadecuado de trabajo en el ámbito laboral.
Síntomas más frecuentes de la Ansiedad:
1. A nivel cognitivo-subjetivo:
Entre los síntomas más comunes de la ansiedad a nivel cognitivo están la preocupación, el temor, la inseguridad, la dificultad para decidir, el miedo, los pensamientos negativos sobre uno mismo, los pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros, el temor a que se den cuenta de nuestras dificultades, el temor a la pérdida del control, las dificultades para pensar, el estudiar, el concentrarse, o el temor a morir.
2. A nivel fisiológico:
Entre los síntomas más comunes de la ansiedad a nivel fisiológico están la sudoración, la tensión muscular, las palpitaciones o taquicardia, el temblor, las molestias en el estómago, las dificultades respiratorias, la sequedad de boca, las dificultades para tragar, los dolores de cabeza, los mareos y las náuseas.
3. A nivel motor u observable:
Entre los síntomas más comunes de la ansiedad a nivel visible están el evitar situaciones temidas, el fumar, el comer o beber en exceso, la intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.), el ir de un lado para otro sin una finalidad concreta, el tartamudear, el llorar o el quedarse paralizado.
Consejos Útiles que si se siguen pueden lograr su mejoría :
* Busca consejería a nivel espiritual y profesional ya sea con el lider de tu iglesia y también con tu medico de confianza, lee la Biblia y ora a diario, esto fortalece no solo el espíritu, también fortalece la mente y ayuda aliviar tus cargas emocionales.
* Haz ejercicio, esto ayuda a sacar el estrés acumulado en el cuerpo y es bueno para tu mente y auto estima.
* Sonríe, se que cuesta en estos momentos , pero créenos que en estos momentos es cuando más lo necesitas.
* Ten paz, aléjate de agentes estresantes en tu vida, sabemos que no puedes alejarte de todo lo que te causa estrés sobre todo si es en tu hogar o trabajo pero si te recomendamos que evites lo que puedas evitar si esta en tus manos.
Consejos sobre como minimizar los ataques de ansiedad:
* Recuerda que aunque tus sentimientos son muy atemorizantes, no son peligrosos ni dañinos. Recuerda que todo es a nivel mental, no te vas a volver loco ni vas a morir por más probable que esto te parezca en el momento de la crisis.
* Comprende que lo que estás experimentando es sólo una exageración de tus reacciones corporales normales ante el estrés. Todas esas palpitaciones aceleradas y falta de aire son por decirlo así una mala broma que tu propio cuerpo te hace, no estas padeciendo un ataque cardiaco o un ataque de asma, tan pronto te tranquilices veras que en unos minutos estarás bien.
* No aumentes tu pánico pensando qué podría pasar si esto o aquello sucede, así que si te encuentras en medio de un ataque de pánico y te preguntas ¿Qué pasaría si esto? o ¿Qué pasaría si lo otro?, contéstate a ti mismo que ya lo peor pasó y que nada más va a pasar, tienes que aprender a reemplazar tus pensamientos y a reprogramar tu forma de ver el mundo.
* Permanece en el presente. Date cuenta de lo que realmente te está pasando y oponlo a lo que piensas que podría pasar. Es una cuestión meramente mental como te dijimos antes, enfócate y no lo exageres en tu mente, la mayoría de las veces el ataque de ansiedad por si solo no es tan fuerte ni dramático y dura unos cuantos minutos, el problema es que la persona lo prolonga más al no saber tranquilizarse pues le añade pensamientos dramáticos como ¿y si me da un paro cardiaco? o ¿ y si se me acaba el aire? o ¿ y si me vuelvo loco? etc, provocando que los síntomas no sedan y que un ataque tras otro ocurra, desarrollando un sentimiento de malestar que quizás te llevara al hospital donde lo más probable es que te digan que físicamente no tienes nada y que lo que estas es nervioso(a) y te darán algo para tranquilizarte.
* Si puedes mide tu nivel de ansiedad en una escala del 0 al 10 y observa como sube o baja. Verás que no permanece en altos niveles la mayoría del tiempo y que los peores momentos son unos cuantos minutos y se dan cuando piensas más en lo que te pasa, aunque suene más fácil decirlo que hacerlo ¡TRANQUILIZATE!, todo pasara tan pronto te tranquilices.
* Cuando te encuentres pensando qué te va a pasar algo cambia tu pensamiento y lleva a cabo alguna tarea o ponte a hacer algo inmediatamente, el punto es que no le des tiempo a tus pensamientos de angustiarte de nuevo con lo mismo, la mente puede ser bastante persistente a veces.
* Sé consciente de que cuando pares de añadir pensamientos de temor a tu situación, tu miedo comienza a ceder.
* Cuando el pánico llega, tranquilízate y no te desesperes. Espera y dále tiempo a que pase sin salir corriendo, no vas a morir y nada físicamente te va a pasar, ten esto presente.
Es difícil tranquilizarte y pensar serenamente en esos momentos, pero el punto de tranquilizarte y entender lo que te ocurre es que te vas a acostumbrar al hecho de que esto pasa de tiempo en tiempo y si aprendes a manejarlo serenamente, tu mente y tu cuerpo empezaran a ver estos ataques como algo cada vez más común, más simple, menos amenazante y pasajero hasta que le pierdas miedo al miedo por así decirlo y finalmente logras sobreponerte.
* Esté orgulloso de usted mismo por sus progresos aunque sean pequeños y piense lo bien que va a sentirse cuando lo supere, es un proceso lento y largo pero te aseguro que cuando salgas victorioso de todo esto, sonreirás y veras lo gracioso de todas las cosas que pensabas mientras estabas en temor y lo embustera que puede llegar a ser tu mente y a los niveles de pensamientos que te puede llevar, por eso tu tienes que llevar el control y no ceder al miedo.
Publicado por: J. C. Sancho

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